Crítica de UNA BALA EN LA CABEZA. Tipos duros en acción

Los amantes del cine de Sylvester Stallone este fin de semana estáis de enhorabuena, vuelve el actor con una nueva propuesta a nuestras pantallas, se estrena en cines “Una bala en la cabeza” dirigida por Walter Hill y distribuida en nuestro país por Entertainment One Films.

Jimmy Bobo (Sylvester Stallone), es un asesino a sueldo de Nueva Orleáns que tiene una larga trayectoria de crímenes y detenciones, pero en pocas ocasiones ha cumplido condena. En su último trabajo su socio Louis (Jon Seda) es asesinado por otro matón Keegan (Jason Momoa), ahora su máxima prioridad es encontrar a esta persona y vengarse. En el camino de la búsqueda se cruza con un policía que anda bajo su pista Taylor Kwon (Sung Kan) y finalmente juntos intentarán ayudarse, conviviendo la ley y el desorden, en una búsqueda movidita y de paso descubrir la corrupción que se encuentra detrás de todo este entramado.

Los dos actores protagonistas además de ser el contrapunto por ser uno policía y el otro un matón a sueldo, se distancian también en la experiencia que está muy bien recreado en el guión. Stallone es un tipo duro clásico,y su Sung Yang el policía, un joven adentrado en sus tiempos con un móvil que contiene todo tipo de información y que vuelve loco durante todo el metraje a Jimmy Bobo, uno todo un clásico el otro actúa por la vía moderna.

Aunque pensemos que no pero los matones también tienen principios, cánones y valores, todo hay que decir, este en concreto no recibe encargos para matar ni a mujeres ni a niños, todo un clásico últimamente en las pelis de acción, los ladrones y matones con unos valores morales que llevan hasta el final, según él “a quienes matan no son peores que quienes les contratan” parece una forma de auto convencerse  que lo está haciendo tampoco está tan mal del todo.

En «Una bala en la cabeza» el director Walter Hill ha sabido sacar buen partido de Sylvester Stallone, haciendo de su parquedad en palabras una virtud y dándole ese toque de comicidad a alguien que habla casi con monosílabos o con frases muy breves. Además de recurrir en las discusiones a tonos sarcásticos con mucha ironía y doble sentido desde el principio hasta el fin.

Lo mejor de esta thriller de acción, es que su ritmo es bastante homogéneo,  no existen parones demasiados alargados que te saquen de la trama, y además cuando esto sucede es para sumergirte en alguna que otra parodia con los protagonistas.

Puede que tuviéramos que exigir un poco más a los guionistas y que la trama fuera un tanto diferente a otras, porque nos encontramos en esta cinta con algo muy típico de otros thrillers al matón en cuestión le tocan la fibra sensible con su hija, alguien con quien además apenas tiene relación cosa que pasa en otras, vamos que la originalidad brilla un tanto por su ausencia ya que nos encontramos ante una cinta llenos de clichés típicos de este género y que además con el protagonista en cuestión nos pasa un poco más de lo mismo.

«Una bala en la cabeza» no defraudará, eso sí, a los fieles seguidores de Stallone, porque tiene su esencia en estado puro de tipo duro, manteniendo el tipo pese a su edad.  Si además a esto le añadimos el personaje que interpreta Jason Momoa, ya no tenemos uno si dos, personajes con carisma y que darán la talla en las peleas.

Parece que esta película ha tenido sus cambios en el trascurso de su proceso el director no iba a ser Walter Hill (que regresa al cine después de años sin rodar, “Invicto”) si no que la primera propuesta era Wayme Kramer (The Cooler), pero por discrepancias con el personaje principal se retiró del proyecto.

Una Crítica de cine de Susana Peral.