jueves , abril 18 2024

The Knick. Sangre, sudor y sordidez

Steven Soderbergh dirige esta serie que nace con el deseo de no cortarse ni un pelo. Estrenada el 8 de agosto en Estados Unidos en Cinemax, el domingo por la noche emitió Canal+ su primer episodio.

Imagen de la serie The Knick

En la primera imagen de The Knick, el último trabajo en la pequeña pantalla del ecléctico Steven Soderbergh, vemos unos impecables zapatos blancos apoyados en un cómodo sofá de un club de alterne mientras dos jóvenes desnudas se dirigen a despertar a su protagonista. Nueva York 1900.

Un arranque significativo que explicita el deseo de no cortarse ni un pelo que tiene esta serie, estrenada el 8 de agosto en Estados Unidos en Cinemax y de la que el domingo por la noche emitió Canal+ su primer episodio.

La premisa de The Knick no puede resultar más apasionante. La vida de un hospital a principios del siglo XXI en una Nueva York abarrotada por la fuerte inmigración de la época. El Dr. John Thackery (Clive Owen) es un egocéntrico, drogadicto, mujeriego y obstinado médico que no tiene problemas en saltarse la ética y la moral para ayudar a sus pacientes. El doctor, que vive absorto en mejoras técnicas y científicas, se encontrará con la obligatoriedad de contratar como ayudante a un médico negro, curtido en Europa y que recibirá la intransigencia racial de sus compañeros como bienvenida.

The Knick no ahorra sangre en las operaciones, es explícita y empieza a dibujar un panorama general de un mundo sanitario americano infectado por la degradación y la corrupción en casi todos los escalones que la componen: desde el conductor de la ambulancia a caballo que quita pacientes a sus colegas por la fuerza, el inspector de sanidad pública que cobra por enviar pacientes a los hospitales…

La serie es impecable visualmente, siguiendo la excelencia del anterior trabajo de Soderbergh para la televisión, la magnífica Behind the Candelabra. La reconstrucción de la época es deslumbrante así como una inspiradísima dirección artística, voluntariamente clásica. Lo único que marca el sello de modernidad habitual de Soderbergh es la música electrónica de Cliff Martinez, que funciona como perfecto contrapunto, y la narrativa utilizada por el director, que no renuncia a ángulos diferentes y a la inestabilidad de la cámara al hombro (aunque muy leve).

Corrupción, cocaína líquida, bares de citas, operaciones sangrientas, conflictos raciales, una ciudad en transformación, una medicina que parece atisbar su desarrollo, vísceras, gusto por lo explícito, libertad creativa. The Knick promete. Y mucho.

Acerca de Juan Pablo Beas

Mira esto

La unidad. Temporada 2. Más adictiva que la primera entrega

La primera temporada de La unidad demostró la capacidad del director Dani de la Torre …

No hay comentarios

  1. Pingback: Bitacoras.com

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.