La ruptura de negociaciones entre ambas partes podría desembocar en una huelga de actores. Dicha huelga afectaría al cine y la televisión. El éxito obtenido por los guionistas con sus reclamaciones (recordemos que se mantuvieron más de cien días de paro). La huelga de guionistas produjo el parón de prácticamente todas las series de éxito en la TV y de numerosas producciones cinematográficas.
Los puntos de discrepancia son muy similares a los que mantuvieron en desacuerdo a guionistas y productores. Es decir, el margen de beneficios en la explotación de los DVD y demás sistemas de descarga telemática de las producciones cinematográficas y destinadas a la TV.
Por parte de los productores de cine y TV, se comunicó que las pretensiones de los actores son del todo imposibles y desmedidas. Por lo que un acuerdo a corto plazo se plantea muy complicado. Ahora únicamente queda ver el resultado final de los acontecimientos y comprobar si nos encontramos ante otra huelga que, de producirse, sin duda causará no pocos estragos a la industria de Hollywood.