Hancock, Will Smith puede con todo.

Nos encontramos en la era de los superhéroes, Batman arrasa en la taquilla, los X-Men están en boca de todos con la futura aparición de los orígenes de Lobezno, Hulk ya ha tenido su película y por partida doble, Spiderman llena los cines como nadie podía imaginar y ahora nos llega Will Smith y nos trae un superhéroe diferente, irresponsable, bebedor y lleno de dudas que ha gustado al público mucho más que a la crítica con una mezcla de Superman y Mel Gibson en ‘Arma Letal’ que entretiene pero deja indiferente.

El verdadero super poder de Will es enfrentarse a una dirección irregular, un guión que podía ser mejor, un montaje nefasto y una historia cogida con pinzas, salir indemne y demostrar que el amor del público hacia su persona está por encima de la elección de sus papeles.

La película se salva gracias a unas escenas de acción solventes con efectos bien realizados que consiguen entretener y que con sus toques de humor nos arrancan alguna sonrisa sincera que nos deja en la certeza de que sin Will esto no ocurriría.

La mayor habilidad de este héroe es ser humano, con sus defectos y sus virtudes y eso nos hace sentir que forma parte de nosotros convirtiéndole en alguien cercano.

Nos queda la duda de que si con toda la carne en el asador, arriesgándolo todo y no quedándose a medias el resultado de esta palomitera película hubiera logrado mejores alabanzas, por que la taquilla ha respondido.

De Charlize Theron y del resto del plantel poco se puede decir, cumplen su cometido y se deslizan en nuestra memoria hasta casi desaparecer.

Nos quedamos con el actor con el mayor salario y su solvencia para interpretar a este peculiar personaje con sobrenaturales poderes.

6,3 sobre 10.

Rafael Calderón Luna.