Ian McKellen, conocido en todo el mundo por sus papeles de Gandalf en ‘El Señor de los Anillos’ y Magneto en ‘X-Men’, recibió ayer el premio honorífico Donostia en reconocimiento a toda su carrera, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, una réplica en plata de las farolas que alumbran la playa de la Concha de San Sebastián, durante una ceremonia en el Kursaal, epicentro del certamen donostiarra, que el próximo sábado será clausurado. El actor británico subió al escenario, para recoger el premio de manos del José María Pou, ataviado con una txapela. El actor agradeció este reconocimiento a cinco décadas de trabajo, tanto en el cine como en el teatro. Asimismo reiteró que ‘no buscaba el éxito, sino que actúo, desde que comencé siendo universitario, porque es lo que me gusta, lo que sé hacer, y quiero seguir mejorando’.
McKellen realizó trabajos en el cine durante toda su carrera como actor empezando en 1966. Fue en la década de los noventa cuando sus apariciones en este medio comenzaron a ser más significativas, con participaciones en proyectos que consiguieron gran fama mundial. En teatro debutó en 1961, y tres años más tarde en el West End londinense. En 1972 fundó la Actors Company, y entre 1974 y 1978 su reputación creció al ingresar en la Royal Shakespeare Company.