Jodie Foster presentó ayer, fuera de concurso, en Cannes, ‘El Castor’, la que promete convertirse en la resurrección del australiano Mel Gibson, que se encuentra en un muy mal momento, tanto en lo personal cómo en lo laboral. El actor protagoniza la película y además obsequia al público femenino con un striptease emocional con un personaje deprimido que encuentra la salvación en una marioneta.
El castor es un animal que construye cosas y luego las destruye. Para este personaje no pensé en nadie más. Mel es alguien que entiende el humor, la luz y el encanto del personaje, pero también conoce profundamente su lucha por salir adelante, la idea de no gustarse a sí mismo e intentar cambiar.
Aseguró Foster, que se reserva en esta cinta el papel de esposa del protagonista y ha contado también con los talentos juveniles de Jennifer Lawrence y Cherry Jones. Foster se ha mostrado radiante y reconfortada en el festival francés tras el fracaso estrepitoso que ha tenido en Estados Unidos, donde ha recaudado apenas 300.000 dólares desde el día de su estreno el pasado 6 de mayo.
Yo no soy la taquilla de mis películas. Estoy orgullosa de que esta película en la que llevo pensando años finalmente exista y ande. Es una película especial, no es para todo el mundo. No es ni independiente, no es mainstream , tiene una emoción auténtica y profunda. Pero cuando una película no es de un género concreto, en Estados Unidos nos incomoda.
Explicó Foster en su vuelta a Cannes, que la vio nacer como estrella en 1973 con ‘Taxi Driver’.