X-Men: Primera generación. Matthew Vaughn tiene un gran futuro, los X-Men también

El origen de una saga de semejante magnitud se merecía un homenaje de altura, en ‘X-Men: Primera generación’ podemos disfrutar de una excitante aventura de grandes vuelos mientras asistimos a la revitalización de la franquicia desde las mismas raices, con una primera hora que, quizás, sea de lo mejorcito de la Marvel en pantalla grande.

Este comienzo de la saga de los X-Men, es una historia secreta que alude a conocidos acontecimientos mundiales. Antes de que los mutantes se mostraran al mundo, y antes de que cambiaran sus nombres por los de Profesor X y Magneto, Charles Xavier (James McAvoy) y Erik Lehnsherr (Michael Fassbender) eran dos jóvenes que descubrían sus poderes. No había enemistad alguna entre ellos, sino que les unía una sincera relación y la decisión de acabar con el mal, aunque ya desde entonces ese concepto lo tenían muy diferente.

Por el bien de la humanidad tomaron la decisión de trabajar juntos y entrenar a un grupo de jóvenes mutantes para luchar contra un enemigo común, el malvado Sebastian Shaw (Kevin Bacon), un humano con poderes con el que Erik tiene una cuenta pendiente. Además estos jovenes y novatos X-Men lucharan por evitar el armagedón nuclear, al mismo tiempo que aprenden a controlar sus poderes.

Con un inicio espectacular y un desarrollo cercano a la perfección, esta precuela supone un impulso necesario en una saga en franco descenso, además del descubrimiento de todo un peliculón. La presentación de personajes es impecable y entretenidísima, atentos al cameo de un joven Lobezno, y ese estilo años 60 a lo James Bond nos brinda algunos de los mejores momentos en lo que al género se refiere. La hora final más centrada en la acción, quizás no sea tan buena ni cuidada, pero si es necesaria y muy amena, convirtiendo el espectáculo en una sincera recomendación.

Su acertada dirección de la mano de Matthew Vaughn, elegante y clásico, su efectiva elección del reparto y una muy buena banda sonora son parte de una joya del género. Pero no nos olvidemos de lo más importante y lo que la diferencia de sus compañeras de saga, su guión, un libreto genial, maduro y muy bien escrito a juego con el facinante conjunto. Matthew Vaughn tiene un gran futuro, los X-Men también.

Rafael Calderón Luna. Nota: 7.