Se estrenó este viernes en los cines de toda España la primera película en imagen real del dúo formado por Philip Lord y Chris Miller (directores de la sumamente divertida ‘Lluvia de albóndigas’).
En esta ocasión, se hacen cargo de la adaptación a la gran pantalla de la serie de televisión ochentena ‘Jóvenes policías’, que catapultó a la fama a Johnny Depp (el cual hace aquí un cameo muy desaprovechado y bastante ridículo). De esta forma, un par de jóvenes agentes de la ley (Jonah Hill y Channing Tatum) se deben hacer pasar por alumnos para detener la venta de una nueva droga que provoca sobredosis entre los estudiantes, donde se ven obligados a realizar este trabajo después de su desastrosa primera detención fuera de la academia. Para conseguir infiltrase, serán instruidos por un Ice Cube que ha tenido épocas y actuaciones mejores.
El propio Jonah Hill es uno de los guionistas de la película. Al escribirlo él, se nota cómo ha diseñado su personaje a su medida, marcando de esta forma el mismo perfil cómico que en otros trabajos suyos, como ‘Todo sobre mi desmadre’, siendo demasiados parecidos. Junto a él, sorprende gratamente la vis cómica del ‘musculitos’ Tatum, mucho mejor aquí que en ‘Todos los días de mi vida’.
Si bien los dos protagonistas tienen química entre ellos, apoyándose uno en el otro para casi todos los chistes de la película, se rodean de una serie de secundarios a cada cual más hilarante y estrafalario; pasando por la profesora enamorada del personaje de Tatum (con diálogos absurdos y ridículos), y acabando en un Robb Riggle (el policía de la pistola eléctrica de ‘Resacón en Las Vegas’) nada creíble en su papel, que salvo en su última escena, cada frase suya y su actuación entera dan pura vergüenza ajena.
La película se esfuerza en mezclar muchos géneros distintos, sin centrarse en ninguno en concreto; pasando de ‘peli de polis’, a película de acción, así como comedia gamberra con un tufillo amargo de sentimentalismo entre amigos totalmente prescindible en su última parte. Resultan novedosas y originales las escenas donde los directores se dejan llevar por su pasado en el sector de la animación, donde se mueven como pez en el agua, con escenas animadas muy divertidas.
En resumen, se trata de otro ejemplo de la clara influencia de Judd Apatow y su tropa en toda comedia que se ruede en Hollywood en los últimos años; donde el humor zafio y escatológico nunca parecen ser suficientes mientras se arranque una sonrisa al espectador… Y realmente lo consiguen, siendo divertida y dinámica en la mayor parte del metraje, arrancando carcajadas en la mayoría de sus gags.
Lo peor: Pierde chispa según avanza la película, con unos personajes secundarios bastante histriónicos, pero sin gracia. Pecan en el hecho de que por querer caricaturizar y parodiar otras películas, acaban parodiándose a sí mismos, alejándose de toda similitud con la realidad.
Lo mejor: La persecución final y su desenlace; y cuando los protagonistas se colocan con la mercancía alucinógena que deben incautar.
Nota: 6,5 sobre 10.