Con el estreno de la sorprendente experiencia en 3D ‘La cueva de los sueños olvidados’, en cines a partir del 22 de Junio, nos adentramos por primera vez en el mundo del arte rupestre como nunca lo habíamos hecho. Werner Herzog nos descubre los primeros intentos del hombre de reproducir la sensación de movimiento en soporte tridimensional.
Una invitación a ver una de las maravillas del mundo de la prehistoria: la cueva de Chauvet, al sur de Francia, donde en 1994 se descubrió uno de los mayores tesoros ocultos del arte rupestre, abre sus puertas por primera vez para ofrecernos todos sus secretos en un increíble 3D filmado por el aclamado director Werner Herzog (‘Grizzly Man’, ‘Rescate al amanecer’).
Caballos, osos y demás pinturas que parecen estar en movimiento recorren las paredes en un sinfín de magníficas escenas de la época. Pero ¿qué es el arte rupestre? ¿Qué tipos hay? Veamos algunas nociones que nos ayudarán a entender esta forma de arte precursora de la actual pintura y otras manifestaciones visuales.
El arte rupestre se compone de las imágenes que han sido grabadas o pintadas sobre las paredes rocosas. Son un testimonio de la capacidad intelectual de la humanidad para abstraer y representar su realidad, generalmente interpretadas como manifestaciones y ruegos mágicos a los dioses de los hombres del Paleolítico para obtener buena caza o buenas cosechas. Existen dos maneras de encontrarnos este arte: como pinturas llamadas pictografías o a modo de imágenes talladas dentro de la piedra (petroglifos). En el caso de Chauvet, ambas técnicas se combinan creando un efecto único.
A lo largo y ancho del mundo podemos encontrar varios ejemplos de pinturas rupestres, desde África hasta Oceanía, pasando por Asia, América o Europa. En España se encuentran dos grandes zonas de hallazgos de pintura rupestre: la zona cantábrica, con las famosas cuevas de Altamira, donde podemos encontrar representaciones de animales con un alto grado de realismo, y la zona levantina, con sus escenas de caza donde aparecen figuras humanas muy estilizadas.
Pero sin duda el descubrimiento de la cueva de Chauvet revolucionó no sólo el mundo de la paleontología y la arqueología, sino también el del arte. A pesar de tratarse de los restos de pintura rupestre conocidos más antiguos de todo el mundo -casi el doble de antiguos que las muestras anteriormente descubiertas-, estas pinturas han desvelado una sensibilidad artística y capacidad de abstracción sin precedentes. Además del tallado en la roca, que proporciona una sensación tridimensional con los cambios de luz, encontramos figuras superpuestas que generan sensación de movimiento. Los artistas neandertales de Chauvet, además, se preocuparon de pulir el rocoso “lienzo” sobre el que trabajaban.
30.000 años después, es otro artista, Werner Herzog, el que de nuevo recurre a las más novedosas técnicas disponibles para hacernos llegar los secretos de estas cuevas que desde su descubrimiento han permanecido cerradas al público. Un misterio del que ahora podemos disfrutar con ‘La Cueva de los Sueños Olvidados’ 3D, en cines a partir del 22 de Junio. Un viaje en el tiempo a nuestro pasado como nunca lo habíamos imaginado.
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