Se estrena este viernes 20 de julio en los cines españoles, ‘El Caballero Oscuro: La leyenda renace’, el épico final de la trilogía creada por el director y guionista Christopher Nolan para contarnos el origen y evolución de Batman, el caballero oscuro que protege la ciudad de Gotham de la delincuencia.
Respecto a los hechos acaecidos en el final de su segunda parte (‘El caballero oscuro’, 2008), han transcurrido ya ocho años, tranformándose Batman de héroe a fugitivo. Esto es debido a que asumió la culpa por la muerte de Harvey Dent, ayudando así al Comisario Gordon a mantener la esperanza puesta por los ciudadanos en el malogrado fiscal y su “Ley Dent” contra los criminales.
Todo se empieza a torcer con las apariciones de Selina Kyle (Anne Hathaway) y Bane (Tom Hardy), un terrorista enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad hacen que Batman deba volver a la acción para detener a Bane.
Nos encontramos ante una de las películas más esperadas, no sólo del año, sino prácticamente de la Historia del Cine; y esto sólo puede ser debido a lo reflejado en su anterior entrega y a las expectativas generadas en ésta por los fans. El caballero oscuro fue una auténtica obra maestra, perfecta en casi todos sus ámbitos, con una historia envolvente y un villano inolvidable.
Teniendo en cuenta esto último, este final de la historia pierde en la comparación; pero no porque sea mala, ni mucho menos, sino porque no está a la altura de su predecesora, perdiendo en casi todos los aspectos. Pero si de alguien es “la culpa” es sólo de Nolan, por hacernos gozar tanto en 2008 que ésta se convierte en un “quiero y no puedo” de aquélla.
La cinta va claramente de menos a más, teniendo un principio algo lento y denso, esto es debido a la inclusión de muchos personajes nuevos con gran peso en la historia, tomándose su tiempo el director en plasmarnos su influencia tanto en la ciudad como en la figura de Batman/Bruce Wayne. Tal es la importancia que le da a los nuevos fichajes que nos encontramos con la película de Batman en la que menos se ve a Batman, habiendo más drama y construcción de personajes que escenas de acción.
Lo dicho no significa que no tenga acción, que la hay y muy buena, sino que Nolan se ha interesado mucho en crear un universo único de personajes sólidos y creíbles, siendo Batman una figura más del puzzle y no la más importante de la ecuación. De esta forma, han pasado ocho años desde que se viera a Batman por última vez y Gotham no se ha derrumbado, bien custodiada por un comisario Gordon perpetuamente preparado para la guerra.
Salvando las comparaciones con la anterior, este desenlace final de la saga de superhéroes más realista y espectacular que se ha visto en el cine, es poderoso en cada plano; con una poderosa y vibrante banda sonora de un Hans Zimmer en estado de gracia, dejándote clavado en la butaca durante todo el film (ya se huele la nominación al Oscar a mejores efectos sonoros, como mínimo).
En relación al reparto, las nuevas incorporaciones están increíbles; en especial una Hathaway (‘Los miserables’) que consigue la Catwoman más sexy y realista de todas las habidas. Joseph Gordon-Levitt (‘Origen’) interpreta a un joven policía con mucho que ofrecer, haciéndolo verdaderamente bien. Especial mención merece el Bane creado por Nolan y Hardy (‘Esto es la guerra’), dando auténtico pavor, mucho más realista y respetado que la marioneta estúpida que aparecía en la ojalá inexistente Batman y Robin de Joel Schumacher.
El personaje de Bane es poderoso y atrayente, pero le ha tocado “bailar con la más fea” en las comparaciones; puesto que por mucho que se esfuerce, pierde completamente en la comparación con el Joker orquestado por el tristemente malogrado Heath Ledger, el mejor villano de la Historia del Cine de superhéroes.
En resumen, nos encontramos ante una gran película épica, con mucho drama y personajes poderosos, dignísimo final de la saga, con momentos inolvidables y secuencias espectaculares. Pero (tenía que haber un “pero”) no alcanza el nivel logrado con su predecesora, que la derrota en todos los aspectos. Si algo puede alegar el director es que sólo ha conseguido ser derrotado por sí mismo.
Lo peor: Bane es un buen rival, pero no está a la altura del nivel logrado por el Joker. El caballero oscuro (2008) la supera en todos los aspectos.
Lo mejor: Ante el nivel demostrado en entregas anteriores, nos muestra un final grandioso y espectacular. Hay tanta información subliminal, “liminal” y “súperliminal” que es imprescindible verla más de una vez.
Nota: 8,5 sobre 10.
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Otro punto de vista. Crítica para B-side Magazine.