El Amigo de mi hermana. Una inteligente comedia que invita a la reflexión.

Esta semana hemos tenido la oportunidad de disfrutar de una película de corte independiente gracias a Sensacine, ‘El amigo de mi hermana’, una comedia dramática dirigida y escrita por Lynn Shelton, acostumbrada ya a manejarse en este tipo de cine se le nota la soltura y que a partir de este fin de semana estará en cartelera.

Tras llevar un tiempo Jack (Mark Duplass) deprimido por la muerte de su hermano, se deja aconsejar por su buena amiga Iris (Emily Blunt), que además había sido novia de su hermano, y se va a una cabaña de la familia de Iris en una isla lejana, para dejar que el dolor pase con la serenidad de la soledad, sin móviles ni ordenador, ni nadie con quien hablar, tan solo con su alma. Pero la sorpresa llega cuando la cabaña ya está habitada por la hermana de Iris, Hannah (Rosemarie DeWitt), que también está pasando una mala racha personal al dejar a su pareja. Ambos tienen una noche de copas y algo más, complicándose cuando a la mañana siguiente aparece Iris y no saben cómo contarle lo ocurrido pero tampoco saben a qué va ella.

La nostalgia de esos sentimientos que rodean al amor puede que se apoderen de nosotros al término de la proyección. Una visión del amor vista con madurez y racionalidad poco frecuente en un sentimiento casi siempre catalogado de pasional, pero que al mismo tiempo indica miedo y profundidad en lo sentido que es tan grande que produce vértigo por reconocerlo y vivirlo con la mayor de las intensidades posibles.

Reflexión sobre la compatibilidad del amor con la amistad y la familia, con una buena serenidad, queriendo en algún momento dar el salto al abismo de una gran comedia, no lo hace y se agradece, porque entonces el guión hubiese perdido consistencia, tiene sus toques de humor pero más bien tirando a lo irónico. Decir que tampoco roza la sensiblería ni la lágrima fácil, sino que con un discurso pausado nos traslada a unas conversaciones profundas sin resultar pesadas, pero cargadas de mucha personalidad.

Inteligente forma de mostrar cómo arreglar los problemas sin gritos, ni demasiados reproches, con el tiempo de por medio que pone todo en su sitio y cayendo por su propio peso, con la palabra de por medio cuando llega el momento oportuno algo tan sencillo y difícil al mismo tiempo de conseguir, que cada pieza encaje en un puzle de pocos elementos pero complicados de mezclar, tanto en el ámbito amoroso, familiar y amistoso, tres factores que de alguna manera mueven a una persona emocionalmente día a día. Meditar ayuda, evidente queda en el tramo final.

Una unión ideal de la fotografía y música, empastando tan a la perfección que invita a la reflexión, al relax, a tomarse un tiempo eso que necesitan los tres protagonistas en el momento de sus vidas que se encuentran. Las actuaciones resultan muy verosímiles haciendo al espectador que se sienta identificado con ellos, porque no se ve nada forzada ninguna mirada ni un gesto todo resulta muy natural y fluye muy de la mano de los diálogos y de la ambientación un tanto nostálgica en una cabaña perdida sin nadie alrededor.

La película fue presentada en dos de los festivales más importantes de cine independiente: Festival de Sundance y el de Toronto. Se rodo en un tiempo record, 12 días conteniendo diálogos improvisados que variaban según iba avanzando el rodaje y cambiaba de esta manera el guión.

No es la primera vez que la directora cuenta con el actor Mark Duplass, ya estuvo presente en su anterior película ‘Humday’, actor que también es director junto con un hermano por ejemplo de ‘Cyrus’, tienen más pero esta es la única que se ha estrenado en nuestro país, todas ellas también dentro del cine independiente.

Las dos actrices no necesitan mucha presentación ya que tienen un bagaje bastante amplio, Emily Blunt: ‘El diablo viste de Prada’, ‘Destino oculto’ y la semana que visita de nuevo nuestra cartelera con ‘Eternamente comprometidos’. Y Rosemarie DeWitt participando en la serie ‘Mad Men’ y en películas como ‘La boda de Rachel’ y ‘The company Men’.