Parece que los thrillers vuelven a estar de moda, 20th Century Fox España presenta este fin de semana en nuestras carteleras ‘Todos tenemos un plan’ abarcando este género, siendo además la opera prima de Ana Piterbarg, directora de cine argentina y actuando también como guionista. Es una coproducción española– argentina–alemana, perteneciendo a la productora Tornasol Films, entre otras, con bastante trayectoria en nuestro país.
Agustín (Viggo Mortensen) tiene una vida acomodada en Buenos Aires con su mujer Claudia (Soledad Villamil), pero no es feliz, tiene una rutina que le agobia y se ve falto de emociones que le hagan reaccionar ante lo que está pasando internamente. Un buen día aparece su hermano gemelo, Pedro, con el cuál no tiene buena relación, él vive en la región del Delta del Tigre con una vida mucho más desordenada y con muchas menos comodidades, pero a su manera una vida que le llena. Unos acontecimientos entre ambos harán que Agustín tome otro rumbo en su vida, viviendo esa vida que a su hermano le parece buena. Recordará cosas de su infancia que posiblemente le hayan forjado ese carácter tan cerrado que tiene, pero las circunstancias le harán cambiar, incluido un libro que une a los dos hermanos Los desterrados, así es como se siente él.
Profundo thriller con pequeños retazos intermitentes con llamadas a recordar a un cine negro de siempre y de intriga, sin tomar excesivo brío en tener escenas con mucha acción sino más bien contenidas y acompañadas con una música de misterio que le hace más plausible y tangible así el suspense creado en el guión.
Aunque el guión está muy bien configurado notándose la experiencia de la directora en trabajos anteriores aunque no fueran ejerciendo de primer mando, se ve algún que otro error de caracterización en la trama que resultan efímeros debidos a la buena interpretación de los actores o simplemente puede que estén puestos adrede para no dar todo visto al espectador, eso ya cada uno juzgará después de ver la cinta.
La directora se ha centrado en pequeños detalles con la cámara a los que hay que prestar atención, porque cada uno tiene su mensaje y se va desvelando poco a poco a medida que transcurren los minutos del metraje. Hay momentos que puede resultar un tanto lento el desarrollo, pero también se le puede dar a esa lentitud la llamada a la reflexión, que es totalmente necesaria en el trasfondo del guión. Los flashbacks son muy importantes y están muy bien montados en su momento justo para poder hilar toda la historia, ya que se va desmenuzando poco a poco su contenido con el propósito de darle una intensidad y misterio más que relevantes y que quedan plasmados en toda la cinta.
Paisajes que emanan nostalgia de una vida pasada y que los personajes no saben muy bien si fue mejor o peor de lo que tienen ahora, pero forman parte de sus vidas. Unas vidas un tanto inconclusas y vacías, que no logran del todo llenar, parece que están en busca de una mirada interior o de mejorar su realidad. La música una vez más acompaña muy bien a todo esto llenando el hueco de unos diálogos no muy extensos pero sí que en momentos impactantes y directos, con las palabras exactas.
Hay una conversación que casi describe toda la película: “¿Se puede vivir sin lastimar a los demás? Todos tenemos el mal adentro”. El guión habla de la maldad, del poder de unas personas sobre otras, de encontrar la identidad pero la que nos hace feliz, y que el mal está dentro de nosotros, pero la bestia puede o no salir dependiendo de cada uno o de las circunstancias que le rodeen.
Está claro que el guión tiene que ser estupendo para que una directora novel, por mucha trayectoria que tenga como ayudante de dirección en el cine o directora de series, consiga que dos actores tan de renombre como Viggo Mortensen y Soledad Villamil estén como protagonistas en su primera película, el respaldo y la publicidad son inmensos porque como reclamo no tiene desperdicio, está claro que no lo es todo pero mucha parte esta hecha, porque son actores que enganchan al espectador por su trayectoria y la filmografía que tienen a sus espaldas.