El Último Desafío. Una de acción con toques de western

Crítica de cine.

Este viernes 1 de febrero llega a nuestras carteleras de cine la última película del director coreano Kim Ji-woon, pero que a su vez es su primera película realizada en Estados Unidos, un thriller ‘El último desafío’ y que en nuestro país está distribuida por DeaPlaneta.

Tras muchos años de trabajo como policía en Los Angeles, Owens (Arnold Schwarzenegger), y tras alguna que otra desilusión por no creer que su trabajo ha salido como esperaba, decide dejar su puesto para irse a ser sheriff de Somerton, junto a la frontera de México, un pequeño pueblo con rutinas diarias y sin muchas complicaciones para su profesión. Pero como todo en la vida es sorpresa, le tiene a Owens otra preparada y tendrá que poner en acción toda su astucia y profesionalidad para detener a aquellos que quieren incumplir la ley en su territorio y que él no permitirá.

Tres escenarios totalmente diferentes, con un protagonista en cada uno de ellos, cada uno con una personalidad, las tres arrolladoras y genuinas, ninguna de ellas casa con lo otra, son polos opuestos entre ellas, es como si formaran un triangulo y la distancia entre cada punto se alargase o acercase según cada momento de la trama. Finalmente todos se juntan en un solo punto pero un personaje encima de todo como si de pódium se tratase, ganador, perdedor y el medio a verlas venir, ese que les ve a los dos con cara de asombro de no saber por dónde han venido mucho los tiros, nunca mejor dicho.

Primero de todo vamos a partir con la premisa que este no es mi género predilecto, pero que aún así disfrute bastante de la película porque tiene sus puntos y sus ironías y eso si me gusta. Un humor un tanto absurdo tirando a negro y me gustó mucho el homenaje que se hace de alguna manera al western, ya que hubo momentos que me recordaron mucho a éste género.

La cinta comienza con toques de humor que muchos podrán pensar que están totalmente fuera de lugar pero es lo que hace original la película en sí, no centrarse solamente en la parte de acción si no mezclar todo y que al final salga bien. Introduciendo poco a poco partes donde se realzan las persecuciones y estrategias. De esta manera el director consigue que sea una película entretenida que te hace estar pendiente de la trama.

Hay momentos de la acción que recuerdan totalmente a un film total del oeste, con los tiradores apostados en las esquinas, en las azoteas o saliendo por medio de la calle, como si de un escenario típico almeriense se tratase; solo hubiera faltado que esos coches los hubiesen cambiado por diligencias y todo hecho, pero claro la acción es la acción y la velocidad mucho mejor con ese deportivo que nos luce Eduardo Noriega.

Como siempre y alguna que parezca una utopía incluso en los thrillers hay un mensaje de fondo que si te paras a pensarlo llega, en esta caso es la muestra de la corrupción existente dentro del campo de la policía, y bueno no es que sea alguno nuevo, pero está bien la denuncia realizada, y que también la honorabilidad todavía existe en ese mismo campo, aunque a veces nos cueste creerlo.

Desde luego el filón que puede conseguir, taquilleramente hablando, esta película es bueno con su reparto porque estamos hablando de la unión de tres actores con bastante relevancia cada uno a su estilo, Arnold Schwarzenegger, muy ducho en todas estas películas de acción que sabe manejar con mano izquierda; un Forest Whitaker que siempre imparte elegancia y saber estar a todos sus personajes y con ese puntito de tosquedad y prepotencia que todos los del FBI requieren, y por último nuestro producto nacional Eduardo Noriega que esta vez hace del villano en cuestión, del jefe narcotraficante, pero eso sí mantenido todo su sexapil cuando le visten con ese traje, que ya sabemos que el puntito canalla engancha y eso se aprovecha mucho en el mundo del celuloide.

Aunque no sea una de sus mejores interpretaciones hay que reconocerlo el mérito de hacerlo en otro idioma y salir bien parado, porque lo que si le nota en su voz es tener sangre fría que aporta a su personaje y que es necesario.