lunes , abril 15 2024

Festival de cine Animac 2013, Parte II. Animación en familia

Festivales de Cine. Animac 2013, parte II.

Animac 2013

En su exploración del mundo de la animación (hablamos de garabatos, de dibujos tradicionales, pero también de 3D y de formatos mixtos o experimentales) el Festival de cine Animac celebrado este 2013 ha tocado, como ya comentábamos en la Primera Entrega, muchas ramas. Y, aunque efectivamente una de ellas sea la investigación del documental de animación, no podemos olvidarnos de que la Mostra es un cuerpo vivo con muchos órganos: si este tema ha sido su cabeza, podríamos decir que Animacrea ha interpretado el papel de corazón.

Situado en una gran sala en la Llotja, este espacio, que actúa como uno de los cajones de sastre más interesantes que podemos recordar, nos ha permitido estar codo con codo con algunos de los animadores más interesantes del momento (como el chanante Joaquín Reyes, ahora artífice de una serie para Cartoon Network llamada ‘Monetes del Espacio’, o los ya mencionados en el otro artículo), ver algunos de los cortos experimentales proyectados en el Open Screen, entretener a los más pequeños con continuos juegos alrededor del mundo de la animación… y, sobre todo, probar algunas de las novedades tecnológicas de este campo, en stands variopintos que nos permitían desde convertirnos en personajes de videojuego hasta animar nuestras propias secuencias, mediante la captura de fotogramas.

monetes

Un lugar familiar desde el cual dirigir nuestros pasos a cualquiera de las continuas sesiones de cortos de ficción que se han proyectado, verdaderas montañas rusas de la creatividad que dejaban a uno mareado al finalizar (no dudéis en buscar en Youtube todos los que mencionemos, son verdaderamente sorprendentes).

Aunque finalmente el ganador del Premio del Público ha sido “Fresh Guacamole”, pudimos ver piezas tan buenas como la irónica “Les Mots de la Carpe”, la sorprendente “How Dave and Emma Got Pregnant”, la crítica “A la Française” o esa pequeña superproducción, ya premiada en Sitges, que es “Fuga”. Mención aparte para las sesiones dedicadas especialmente al público adulto, copadas por exploraciones de todo tipo, brillantes casi todas ellas, acerca del sexo (bonito en “Naked Love”, violento en “Catharsis”, prehistórico en “La Vie Sexuelle des Dinosaures”) o la muerte (especialmente destacable, tanto por su estilo desquiciado como por su argumento no menos grillado, “Comme Des Lapins”).

comme-des-la-pins

Pero mejor no nos adentremos mucho más en el mundo adulto, y recordemos de dónde proviene gran parte de los visitantes (y casi seguro que los más ilusionados) del Animac: de los colegios e institutos de la comarca.

Efectivamente, el festival de cine Animac abre sus puertas tanto a esta animación irreverente y realista como a aquella dedicada a formar a futuros espectadores, programando sesiones escolares y, cómo no, manteniendo su Petit Animac, proyecciones de cortos adaptadas a cada franja de edad, que han recibido en total más de 8.000 niños. Así pues, por las mañanas la Llotja se entregaba de lleno a educar en el respeto, en la tolerancia y, sobre todo, en el amor a la belleza (y quizás a la animación), a miles de niños que quizás de este modo se adentren poco a poco en el mundo de la cultura audiovisual.
Y prestando también atención a esa “caja tonta” (aunque en este caso dudamos que tenga un pelo de tonta) delante de la cual muchos niños nos hemos pasado el día: sesiones dedicadas al canal de televisión Cartoon Network (especialmente emocionante la proyección de episodios inéditos de la rabiosamente original “Hora de Aventuras”, animación infantil para adultos) o a las series de animación catalanas que marcan la diferencia en cuanto a calidad y proyección (como “Lara, què fem”, genial intento de explicar la entrada en la edad adulta a los preadolescentes) completan el bloque más imaginativo del festival, el dedicado a un público con ganas de adentrarse en ese mundo fantástico y caleidoscópico que forma la animación de calidad ofrecida por el Animac.

anima-crea

Aunque ni siquiera con esto la Mostra se queda satisfecha: en su pretensión de convertirse en una “ventana a la industria”, a lo largo de estos cuatro días se han venido organizando diversas sesiones en las que tanto animadores como productores han podido intercambiar impresiones y, sobre todo, establecer lazos que poco a poco permitan la financiación de los múltiples proyectos de un sector cultural que en nuestro continente vive, en ocasiones, tan peligrosamente (quizás porque vivimos en una sociedad en la cual “experimental” es sinónimo de “poco rentable”, terrible asimilación).

Así pues, espacios dedicados a tal efecto como el Elevator’s Pitch (presentación de proyectos de animación frente a un auditorio de interesados), las Portfolio Sessions (intercambios de bocetos, proyectos y palabras entre los consolidados animadores presentes en el Animac y jóvenes estudiantes, quizás promesas del sector, a las cuales también se dedicó una sesión de cortometrajes) o la jornada de financiamiento dedicada a explicar el proyecto europeo MEDIA, completaron esta parte de la Mostra dedicada a fomentar una tan necesaria industria de la animación, sea a pequeña o a gran escala.

Y en este caleidoscópico programa, dedicado a la realidad y a la ficción, a los mayores y a los pequeños, a permitirnos volar y a ponernos los pies en la tierra, celebración pero también construcción progresiva de una industria de la animación, incluso cupieron sesiones nocturnas de conciertos de grupos ligados a este mundillo, como Templeton (artífices de la cabecera de “Hora de Aventuras”), que permitieron a más de uno relajarse y disfrutar de la vida nocturna alternativa de Lleida, esa ciudad alternativamente tan práctica y tan misteriosa que en ningún otro sitio podría celebrarse un festival de cine de animación tan completo y alternativamente tan íntimo y familiar como este.

Ojalá que dure muchos años más, como muestra inequívoca de que, por ahí, en las heladas llanuras del interior de nuestro país (los más de 23.000 asistentes a la Mostra así parecen corroborarlo), o quizás en las calles de las grandes ciudades, o simplemente en la mente de un niño que ve por primera vez un corto de Mickey Mouse, el amor por el cine de animación original, imaginativo y valiente sigue vivo, como una llama en el frío invierno de la incultura que nos toca vivir.

Acerca de Ricardo Jornet

Simpático redactor de Cineralia; no tan simpático estudiante de cine.

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