Se estrenará en los cines españoles el 26 de abril, «Combustión», la última película de Daniel Calparsoro, director de la reciente «Invasor» (2012) (Aquí podéis leer nuestra Crítica de cine), contando con rostros conocidos como Álex González («X-Men: Primera generación», 2011), al que pudimos entrevistar en el rodaje, y Adriana Ugarte («Lo mejor de Eva», 2012); donde también repite con Alberto Ammann («Tesis sobre un homicidio», 2013).
En esta ocasión, abandona la guerra de Irak para centrarse en el mundo de los atracos y las carreras ilegales de coches, contando cómo una banda organizada usa a la chica como gancho para robar a jóvenes ricos. De esta forma, Ari (Ugarte) seduce a Mikel (González) para poder robar en la joyería en la que trabaja. Pero Mikel esconde más de una sorpresa, y las cosas no saldrán como estaban planeadas.
Comparada como la «A todo gas» española, no termina de cuajar como cinta de acción, no teniendo toda la adrenalina que promete el tráiler, diluyéndose ésta en favor de un enredado thriller sexual salpicado de engaños, traiciones y dobles intenciones. Las carreras ilegales son sólo el telón de fondo, encontrándose en un segundo plano. Lo principal en la trama es la relación entre Ari y Mikel, y cómo dicha atracción se entromete en sus vidas, poniendo patas arriba el mundo acomodado y de lujo de él y la vida de engaños y seducción de ella.
La mano de Calparsoro se nota muy favorablemente, dirigiendo con oficio y maña no sólo las escenas de acción y las carreras de coches, sino también los momentos de más tensión. Pero la soltura que desprende la dirección le falta al guión, con una trama que le falta chispa y consistencia. Por muy bien que se construyan los personajes, esto hace que la historia vaya más lenta, faltando la frescura propia de las películas de acción.
Resulta creíble la atracción entre los protagonistas, pero una vez iniciada la relación, ésta no termina de convencer, y aún menos la relación de Ari con Navas (Ammann); siendo más parecida a una dependencia o idolatración que amor propiamente dicho. También resulta interesante la evolución del personaje de Mikel, siendo “una caja de sorpresas” en palabras del personaje de Navas, no sabiendo cómo va a reaccionar a las trampas que le van poniendo.
En resumen, nos encontramos ante la gran apuesta del cine comercial español de 2013, que como promesa de acción falla totalmente, dejándonos un entretenido thriller sexual con dobles intenciones, pero lejos de conseguir igualar las películas de acción de Hollywood.
Lo mejor: La música de Carlos Jean.
Lo peor: ¿Dónde está toda la acción que promete el tráiler? ¿Por qué cuenta tanto de la trama? ¿Por qué es tan predecible el final?
Nota: 5,5
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Una Crítica de cine de Eduardo Quintana.
Entrevista a Daniel Calparsoro.
No pensaba verla de todos modos, creo que intenta ser un Fast and Fourious castizo. Además, ese finde Tony Stark es prioritario.