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Los Becarios. Comedia tradicional con Moraleja

Se estrena hoy en los cines españoles «Los Becarios», la última película de Shawn Levy, director de películas como «Acero puro» (2011), «Noche loca» (2010) o las dos partes de «Noche en el museo» (2006 y 2009); donde coincidió con Owen Wilson, el cual es la cuarta vez que comparte pantalla con Vince Vaughn tras «De boda en boda» (2005), «Starsky & Hutch» (2004) y «Zoolander» (2001).

En esta ocasión, comparten el protagonismo absoluto Wilson y Vaughn, como ya hicieran en «De boda en boda». El guión de «Los becarios» está escrito por el propio Vaughn (que también ejerce de productor), en colaboración con Jared Stern (encargado de los libretos de «¡Rompe Ralph!» y «Tiana y el sapo», entre otros).

La historia narra cómo dos veteranos profesionales en el sector de ventas pierden sus trabajos, debido a que su jefe (interpretado por John Goodman) no puede hacer frente a las nuevas tecnologías. De esta forma, Billy (Vaughn) convence a Nick (Wilson) para hacer unas prácticas en las oficinas centrales de Google, siendo una oportunidad de actualizarse tecnológicamente y conseguir un trabajo fijo si son elegidos.

Crítica de "Los Becarios".

Así arranca esta simpática comedia, la cual nosotros pudimos verla en el preestreno organizado en los cines Kinépolis de Madrid por nuestros fantásticos amigos de Sensacine.

La cinta puede englobarse dentro del género de comedia tradicional y efectista, alejándose del chiste fácil o soez. Con un humor muy blanco, resulta ser una comedia más simpática que divertida, donde posee más dosis de moraleja que de chistes que resulten efectivos.

Sin llegar a decaer en su ritmo, y equilibrando las dosis de comedia y drama sin abusar de ninguna, la cinta se apoya en exceso en sus dos protagonistas, unos Vaughn y Wilson que en ninguna escena abandona su rol habitual, calcando de forma descarada sus actuaciones de la más divertida y arriesgada «De boda en boda».

A pesar de limitarse a ser ellos mismos, y abusen de reciclar chistes ya usados (chistes de lo grande que es Vince Vaughn, y del pelo de Owen Wilson no suelen faltar en sus películas), no se puede negar una cierta mejoría respecto a sus últimas películas, porque esta última resulta entretenida y agradable, pero no se puede decir lo mismo de «Un gran año» (2011) de Wilson y «¡Qué dilema!» (2011) de Vaughn, siendo ambas insoportablemente aburridas y auténticos insultos al uso del término comedia (resulta pasmoso el abuso que se tiene del término comedia, catalogando como tal a todo tipo de películas inclasificables, aunque no tengan nada de divertidas y sean sólo dramas ligeros).

foto-los-becarios

No se puede, por tanto, calificar las actuaciones de sus dos protagonistas, si no se realiza a la vez que la de, prácticamente, el resto de sus anteriores actuaciones. Ello es debido a que no aportan ni un matiz, ni un gesto y ni siquiera un rasgo de sus personajes que no se haya visto anteriormente (sólo cambian los nombres y sus profesiones). Sólo tendría mérito sus actuaciones si al menos las hubieran intercambiado.

En cuanto al resto de personajes de «Los Becarios», el interpretado por Rose Byrne (la chica deseada por Nick y vista en «X-Men: Primera generación», de 2011) es totalmente plano y falto del más mínimo interés; el de Max Minghella (que apareció en «La red social», de 2010), aquí el malo de la función, no puede ser más absurdo y ridículo, proporcionando al espectador más vergüenza ajena que el odio deseado.

Ni siquiera las fugaces apariciones de Will Ferrell (muchísimo más gracioso en el cameo que hizo en «De boda en boda») y John Goodman («R3sacón») levantan lo suficientemente el ánimo, limitándose a cumplir y aportar algún chiste ocurrente.

Pero lo peor de «Los Becarios» es el masivo, descarado y ahogante abuso de publicidad a favor de Google, mostrándola no sólo como “el mejor sitio para trabajar del mundo”, sino haciéndonos creer que sus oficinas son una especie de “Fábrica de chocolate” fantástica donde trabajar es un auténtico privilegio.

En definitiva, nos encontramos ante una comedia tradicional y típica, que en ningún momento se atreve a salir de su eje, siguiendo el manual al pie de la letra y siendo totalmente predecible.

Lo mejor: Es una comedia tradicional que consigue entretener. Sus éxitos son que no aburre y que arranca suficientes sonrisas como para quedarse meramente satisfecho. No se le puede exigir más.

Lo peor: El excelente trato que se le da a las oficinas y empleados de Google, todo parece demasiado bonito y maravilloso, no puede pintar tan bien.

Nota: 5

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Un comentario

  1. Me atrevería a decir que «Los becarios» es una escusa para poner en cartel nuevamente a Owen Wilson y a Vince Vaughn, es más me atrevería a decir que, «Los becarios» podría ser perfectamente una segunda parte, precuela o línea paralela temporal de «De boda en boda» algo que me confirmó la aparición Will Farrell. Resulta ser lo mismo que siempre pero adornado con otras filigranas, humor facilón pero efectivo, a mi juicio perfecta para verla una tarde en casa, pero no para desemboldar 6,5 euros en el cine (Es el precio un domingo en Canarias.

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