Tuvimos el placer de asistir a la presentación de «Hansel y Gretel. Cazadores de brujas» ya a la venta, desde el pasado 7 de agosto, en DVD, Blu-ray y 3D, que contó con la presencia del maquillador español Arturo Balseiro, creador de efectos especiales y maquillaje de cine, el cual ha participado en proyectos como “El laberinto del Fauno”, “Lobos de Arga” o “Eva”, entre otros. Por esta última, ganó el Goya a mejores efectos especiales.
El acto consistió en una clase especial de maquillaje para la creación de brujas en el cine, donde la prensa y el público invitado pudieron preguntarle todo lo que quisieron mientras trabajaba. De esta forma, Balseiro colocó una máscara creada previamente en su taller a una joven chica, convirtiéndola en una terrorífica bruja, todo ello mientras comentaba cada paso de la transformación.
A lo largo del proceso fueron múltiples las preguntas que respondió, mostrándose siempre receptivo a cualquier pregunta, donde resultan muy interesantes afirmaciones tales como que “el sudor es nuestro peor enemigo” o que “el 70% del trabajo está realizado previamente en el taller”.
Ante la pregunta de si eran reutilizables las prótesis contestó que en cine y publicidad no, porque se estropean las piezas, pero que en teatro se podría reutilizar al estar más lejos del público. De esta forma recalcó que “las prótesis en el cine son de un solo uso”; tardando, como regla general, mínimo entre dos y tres horas en realizar un buen maquillaje. En relación con esto, Balseiro no dudó en comentar entre risas que suele ser fundamental que el actor no hable, pero que resulta una ardua tarea conseguir que un actor no hable durante tres horas, siendo muy complicado.
También aprovechó para explicar los materiales que se usan, afirmando que lo más importante es la pieza que se coloca, siendo de silicona o espuma de látex, que es la base de la prótesis. Dicha pieza se pega con pegamento de silicona, que es un material médico. Una vez colocada la prótesis, se usa maquillaje especial, más resistente que el de belleza, indicado para potenciar y resaltar defectos (justo al revés que el común). Por último, se añadirán pelo, dentaduras, sangre artificial o lo que haga falta.
Mientras terminaba de colocar la prótesis y de ajustarla a las zonas más delicadas, indicó que “las zonas más delicadas son los ojos, y es donde le dedicamos más tiempo”. Añadió que la duración habitual de la prótesis varía de unas a otras, ya que algunas son más delicadas, pero lo normal son entre 6 y 8 horas, puesto que “si se prolonga más será muy difícil que aguante un primer plano”. Respecto a las prótesis dentales, su colocación antes o después dependerá de su tamaño, debido que en los casos como los hombres lobo debe ir antes, puesto que deforma la mandíbula y destrozaría la prótesis facial ya colocada. Pero si es una dentadura pequeña o sencilla puede ser al final, tal y como sucedió en el maquillaje que realizó en directo.
Balseiro no se olvidó de los maestros del mundo del maquillaje de efectos especiales, rindiendo especial devoción a Dick Smith (“El exorcista”, “Amadeus”, “El padrino”); reconociendo que Smith fue el inventor prácticamente de los efectos especiales de “make up” (“maquillaje protésico”). La única diferencia actual son los materiales, puesto que él inventó las técnicas que se usan. Añadió que en los 70 inventó el maquillaje por piezas, siendo él quien descubrió que era mejor usar materiales médicos.
Más adelante no dudó en aclarar que al contrario que otros colegas de profesión (o como el mismísimo Leonardo da Vinci) él no investiga con cadáveres para mejorar su técnica. Su justificación es muy elocuente, ya que especifica que su intención al maquillar es infundir miedo más que realismo. Aclara que si viéramos un disparo en la realidad, no nos lo creeríamos, así que “yo me imagino lo que intuyo que a ti te va a dar miedo de un cadáver. Busco siempre lo más vistoso en la pantalla, alejándome de cosas macabras”.
Es un placer para él reconocer que es autodidacta, explicando que ahora mismo hay escuelas, pero que cuando él empezó no había ninguna en España. No duda en matizar que “no todo se aprende en la escuela, ya que la práctica hace casi todo para ser bueno en este trabajo”.
Pero no todo es el maquillaje que se ve finalmente, debido a que previamente hay un profundo estudio dedicado al photoshop, uso de hojas y lápices, así como multitud de programas informáticos específicos para el diseño. Una vez realizado el diseño, todo tiene que estar modelado en arcilla o plastilina.
También tuvo tiempo de constatar que en su dilatada experiencia con actores, ha podido comprobar que los actores buenos y famosos son los que menos problemas dan a la hora de aguantar las sesiones de maquillaje; gracias a que entienden que es un tándem, sabiendo que si quieren que quede bien en pantalla es necesario que sean pacientes.
Por último, reconoce que quiso ser maquillador desde que vio “E.T.”, “La Guerra de las galaxias” y “La historia interminable”, queriendo hacer personajes como aquéllos, que no existieran en la realidad. Pero no podía despedirse sin dar un consejo a los que quieran dedicarse a la profesión, pidiéndoles perseverancia, nada más; puesto que “los buenos son los que se han esforzado mucho”.
Muchas gracias a Arturo Balseiro y al equipo organizador por su cortesía y excelente trato recibido, así como la oportunidad de conocer un poco más de esta fantástica labor imprescindible en el género fantástico.
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