En Cineralia tuvimos el placer de entrevistar al actor Hugo Silva que no dudó en afirmar que: «Sentir la reacción del público no es comparable con absolutamente nada».
Entrevistamos al actor Hugo Silva durante el rodaje de “Dioses y perros”.
Este viernes, 4 de octubre, tuvimos el honor de ser invitados al rodaje de la película “Dioses y perros”, dirigida a cuatro manos por David Marqués (“En fuera de juego”, “Desechos”) y Rafa Montesinos (de la serie de TV “Gavilanes”).
La película está protagonizada por el carismático Hugo Silva (“Las brujas de Zugarramurdi”), Megan Montaner (“El secreto de Puente Viejo”), Elio González (“La que se avecina”), Ricard Sales, Juan Codina, Miriam Benoit, Enrique Arce y Víctor Palmero.
“Dioses y perros” narra la historia de dos hermanos, con una dependencia mutua, así como la de dos amigos de toda la vida. Pero ante todo, es la historia de Pasca (Silva), un exboxeador a cargo de su lisiado hermano Toni (González). Pero su deprimente y previsible vida dará un vuelco cuando conozca a Adela (Montaner), una joven profesora que acaba de llegar a su barrio.
Aprovechando la ocasión, nos hicimos una foto con él y le entrevistamos para Cineralia, hablándonos de sus motivaciones y deseos, como ir a Hollywood o dirigir, incluso no cierra la puerta a volver a la Televisión. Esto fue todo lo que nos contó:
– ¿Qué puedes decirnos de tu personaje, Pasca?
H.S.: Bueno, pues mi personaje básicamente es un tipo que está anclado en un momento bastante chungo de su vida. Hace unos años, a raíz de un accidente, cambió su vida y la vida de su entorno, y vive anclado en la culpa… Y entonces aparecen una serie de personajes nuevos en su vida, y que le hacen conectar con nuevas oportunidades, ¿no? Y entonces mi personaje se tiene que replantear muchas cosas.
Es muy interesante, porque mi personaje es un exboxeador, que en un principio puede parecer que no le tiene miedo a nada, un tipo que es físicamente poderoso, y que puede resolver cualquier problema por muy chungo que sea… Pero claro, precisamente el miedo que tiene que vencer es el miedo a sí mismo, a querer evolucionar. Y bueno, por esto mismo me pareció un personaje bastante interesante.
– ¿Cómo te has preparado el personaje?
H.S.: Pues hombre, es un personaje que está bastante cerca de mí, por un montón de factores, como por origen. Pero, por ejemplo, lo más interesante y lo que más me apetecía trabajar era que fuera boxeador; creo que éste es el rasgo más importante. Además, he tenido la oportunidad de meterme bastante en el mundo del boxeo, por medio de la escuela de boxeo de Jero (Jerónimo García, excampeón de España de Boxeo).
Y, digamos que, aparte de estudiar y trabajar, como haría con cualquier otro papel, he tenido que ir a entrenar todos los días y he estado con gente que está optando para el campeonato de Europa, con gente que está en campeonatos de España, con profesionales y semiprofesionales… Y me he dado cuenta de que el boxeo es algo muy potente, no estando lo suficientemente valorado; creo que hay deportistas y luego boxeadores, creo que es un deporte de caballeros muy interesante.
– ¿Y te ha picado el “gusanillo” para seguir practicándolo cuando acabe la película?
H.S.: Sí, y de hecho voy todos los días; o sea, sí, me gusta bastante. Creo que es un deporte bastante completo a nivel físico, de los más completos. Luego, a nivel psicológico, creo que es muy, muy interesante.
– ¿Cuál es la escena que más te ha costado grabar?
H.S.: Pues, si te digo la verdad, ha sido un rodaje bastante fluido, en el que todo el mundo ha estado muy a favor, y he disfrutado bastante… Hombre, si es verdad que las escenas de lucha, las peleas, … Claro, la gente va a ver tres secuencias, bastante largas y bastante potentes de pelea; pero todo esto, para rodarlo, es todo el día. Y estar todo el día tanteando, boxeando, todo el día con ello es físicamente duro, pero tampoco lo recuerdo como algo muy difícil, pero sí muy cansado, pero muy disfrutón.
– ¿Y qué os queda de rodaje? ¿Qué vais a grabar hoy?
H.S.: Pues hoy es el último día de rodaje, y vamos a rodar dos secuencias en este parque emblemático de las tetas. Y nada, son dos secuencias con el personaje de Fonsi, que es mi mejor amigo; y que tengo la suerte de compartir estas secuencias con Juan Codina, que es un pedazo de actor, un grandísimo maestro y además da la casualidad de que es un grandísimo amigo mío… Entonces, estoy muy feliz, la verdad.
– Trabajaste con David Marqués en la película “En fuera de juego”. ¿Cómo ha sido el reencuentro? ¿Tenías ganas de volver a trabajar con él?
H.S.: Sí, bueno, a mí me llegó esta propuesta por Rafa Carmona, que es el ayudante de dirección, me llegó sólo el guión. Y luego ya, cuando le dije que me apetecía muchísimo hacer esta película, Rafa me dijo que el director era David Marqués, “Nadie es perfecto” hace la producción, vas a trabajar con Juan Codina, con Megan,… Todo eso fue decisivo, me pareció fantástico, creo que todos son unos profesionales brutales y que sobre todo, tanto el director como el reparto son los adecuados para esta película.
– ¿No dudaste en aceptarlo?
H.S.: En ningún momento.
– ¿Cine o televisión?
H.S.: ¡Vacaciones! (risas). No, a ver, eh… A mí me gusta todo, lo importante son las historias, y luego tener la suerte de que tengas un personaje que o bien sea con el que disfrutes o bien estés seguro de que con ese personaje vas a tener un viaje y vas a aprender cosas, cosas nuevas. Para mí eso es lo básico y lo importante. No cierro la puerta ni a la televisión, ni al cine, ni al teatro ni a nada.
– Después de esta película, ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
H.S.: Pues todavía no tengo nada que pueda decir, pero sí tengo. Ahora mismo, la verdad, es que tengo la suerte de poder decir que tengo trabajo.
– Y muy buena taquilla la que ha hecho “Las brujas de Zugarramurdi” (Álex de la Iglesia). ¿Cómo lo habéis vivido este éxito?
H.S.: Pues muy feliz. Primero, sobretodo, porque una película española tenga ese pedazo de taquilla. Creo que es una muy buena señal de que la creatividad de nuestro cine está muy por encima, y que hacemos muy buenas películas por muy complicado que nos lo pongan.
Y segundo, pues, hombre, si encima en esta película, he trabajado yo y he podido trabajar con Álex (de la Iglesia, el director), con Mario (Casas),… Bueno, con todos, ¿no? Creo que es fantástico, es muy buena noticia y te da mucha alegría.
– Ya nos has dicho que no cierras la puerta a la Televisión, ¿pero a las tablas (Teatro)?
H.S.: Tampoco estoy cerrado a volver a las tablas, sí que es verdad que las tablas exigen un compromiso brutal; y bueno, yo la verdad es que estoy muy cómodo haciendo cine, era lo que quería hacer, era mi sueño y por fin lo estoy haciendo.
Pero sí que tengo que reconocer que cuando voy al teatro a ver amigos, me muero de envidia. No digo que un actor sea mejor o peor, simplemente es una cuestión egoísta, porque lo que un actor siente en las tablas cuando nota que hace algo o sucede algo y el público reacciona en ese mismo momento, tú notas cómo reacciona el público, y eso para el actor es una sensación extratosférica. Nada comparable con absolutamente nada…
– Métete en una sala de cine de incógnito a ver “Las brujas” y ves la reacción del público… (risas)
H.S.: (risas) ¡Sí! Bueno no, realmente tuve la oportunidad de hacerlo en Donosti, en el Velódromo, donde la gente que fue a ver la película pagó su entrada, quería ver la película, y pude sentir cómo la disfrutaron de verdad. Y encima en el Velódromo, en ese pedazo de espacio que deben caber como unas 3.000 personas o más… La verdad es que fue una experiencia brutal.
– Más o menos las que estaban en Kinépolis en el preestreno, porque con siete salas… (Risas)
H.S.: Sí, sí (risas); además, Álex estaba preocupado, porque decía “si estáis todos aquí, ¿quién va a venir mañana a verla?”. Pero la gente le respondía “mañana volvemos otra vez” (risas). O sea, que la gente ha estado muy a favor y yo creo que había mucha expectación.
– Y yo he vuelto a verla…
H.S.: ¡Ah, mira! ¡Muchas gracias! (risas).
– Últimamente has trabajado en diferentes registros: el thriller en “El cuerpo”, luego en “Los amantes pasajeros” con Almovódar, la comedia; ahora con “Dioses y perros”, abordas el drama. ¿Con cuál te quedas?
H.S.: Me gusta todo. La verdad es que disfruto haciendo lo que sea. Sí que es verdad que la comedia es, no sé, es un poco… No digo que sea más fácil, es más cansada; o sea, te cansas más con ella, porque la energía tiene que estar en un sitio bastante concreto, el ritmo no puede bajar. Entonces, tienes que estar muy al loro de muchas cosas; pero, vamos, me quedo con todo.
Ahora sí, también te digo que esta película, “Dioses y perros”, puede que se pueda encajar como un drama; pero la gente también se va a reír, porque la realidad no deja de ser cómica, ¿no? Hay una línea muy fina, y creo que David (Marqués) ha hecho un trabajo estupendo, porque esa línea la estamos cruzando todo el rato; o sea, la gente va a estar con el corazón encogido, casi, casi llorando por lo que está pasando y por lo que está viendo, incluso empatizando con lo que está pasando en pantalla, porque es lo que nos está pasando un poco a todos… Pero, de repente, el punto de vista de estos personajes, de la calle, de tener que reírse de todo para poder sobrevivir, va a hacer que se rían, sonrían y pasen un buen rato.
– ¿Te queda algún reto pendiente por hacer? ¿Trabajar con algún actor o director en especial?
H.S.: Muchísimos, muchísimos, son innumerables… Ahora mismo no te podría decir nombres, porque tenemos tan buenos directores y tan buenos actores en este país que la verdad es que no te puedo decir… O sea, no podría decantar por ninguno. La verdad es que tengo ganas de trabajar con todos, incluso de repetir.
– ¿No te planteas ir a Hollywood?
H.S.: Sí, y a Bollywood, y a donde sea… (risas) No tengo problemas para nada. Sí, sí que me apetece y… Bueno, ya tuve la suerte de estar en Colombia (por el rodaje de “Karabudjan”), trabajando con gente, viendo cómo se trabaja fuera… Eh, en Méjico, quiero decir que, realmente, allá donde haya un trabajo que me guste… Y luego aparte, a mí me encanta viajar y sobretodo ver otras fórmulas y ver cómo la gente se lo curra fuera.
– ¿Qué balance haces de tu carrera?
H.S.: Yo no me atrevo a hacer un balance de mi carrera (risas)… Yo soy un superviviente que disfruta de su trabajo, y creo que es la única meta que sigo es ésa: seguir disfrutando y seguir ganándome la vida así.
– Pero me imagino que cuando empezaste, para ti, era casi impensable llegar a donde has llegado, ¿no?
H.S.: No lo sé, yo la verdad es que nunca, como decía antes, me he puesto una meta específica, siempre he querido trabajar e intentar ser coherente con lo que a mí me gusta. Realmente es lo único que he hecho y ha sido mi única fórmula: intentar ser coherente con lo que me apetece hacer.
– En esta película se habla de un madrileño, de un barrio emblemático, ¿te sientes identificado? ¿Crees que va a gustar a los tuyos?
H.S.: Sí, yo creo que va a gustar a todo el mundo. Es una película muy inteligente que va a gustar a todos. Pero sí que es verdad que ha sido muy fácil entrar en muchas parcelas del personaje, porque digamos que el origen está ahí y bueno, Pasca y yo venimos del mismo sitio… O sea que en ese sentido sí ha sido bastante fácil.
– ¿Qué destacarías de la película? ¿Por qué le dirías a la gente que fuera a verla?
H.S.: Bueno, creo que la película es un espejo de muchas realidades, pero muy bien ficcionado. Y creo que me atrevería a decir que es una película de entretenimiento, la gente la va a disfrutar, pero que a la vez la realidad se cuela por muchos sitios y la gente va a empatizar y va a reconocer a muchos personajes. El público va a disfrutar y se va a emocionar muchísimo. Luego también, es una película que toca directamente los sentimientos de la gente, dando igual de dónde vengan o dónde vivan o el poder adquisitivo que tengan… Porque todos somos humanos, y todo el mundo se va a reconocer en esta película.
– ¿Qué es lo que te hace sonreír a ti?
H.S.: ¿A mí? Que mi gente esté bien, sobretodo eso.
– ¿Cómo es eso de ser el deseado por todas las mujeres?
H.S.: (risas) ¡Eso pregúntaselo a Mario Casas! (risas)… ¡Que me las quita todas! (carcajadas)
– ¿Hubo química con Megan Montaner desde la primera escena?
H.S.: Sí. Megan es una actriz fantástica, una compañera excelente y que tiene un sentido del humor fantástico. Y luego, creo que tiene un talento que a todos nos ha fascinado… Tiene un talentazo natural brutal, creo que ha nacido para esto y va a dar muchas sorpresas, muchas.
– ¿Qué diferencia hay entre trabajar con Álex de la Iglesia, ahora con David Marqués… ¿Con qué director te quedas?
H.S.: Mira, lo maravilloso de este trabajo es que tienes la oportunidad de trabajar con mentes y con formas de ver la vida muy distintas. No me puedo quedar con ninguno. Para mí ha sido fantástico trabajar con Oriol (director de “El cuerpo”), ha sido brutal trabajar con Almodóvar, porque Almodóvar tiene un mundo particular; y me ha pasado igual con Álex, porque tiene una personalidad y un mundo arrolladores, y es fantástico que uno se pueda montar a su “tren” y disfrutar del viaje… Y con David me está pasando igual, o sea, David y yo hemos tenido un idilio profesional y estamos súperconectados y lo estamos pasando muy, muy bien.
No me puedo quedar con nadie. La verdad, no es una cuestión comercial, es que realmente es fantástico poder estar ahí. Lo maravilloso de este trabajo es eso, que cada vez que empiezas un trabajo, tu capitán de barco es otro distinto y te aporta cosas nuevas.
– ¿Te atreverías a dirigir?
H.S.: Pues me gustaría muchísimo, lo que pasa que cada día lo veo más complicado, no que yo dirija, sino el hecho de dirigir… Me parece algo que necesitan muchas cosas a tener en cuenta, cosas que tienes que calcular y dar con la fórmula exacta… Pero sí, sí que me gustaría muchísimo dirigir. Lo que pasa que a mí lo que me gusta es dirigir escenas, o sea, realmente hay un montón de cosas técnicas que llevo mucho tiempo en esto y las intuyo y sé cómo van, pero creo que hay un montón de cosas técnicas que un director tiene que saber y creo que yo todavía, todavía, no abarco.
Síguenos en Twitter: @cineralia y @EduQuintana16
No hay comentarios
Pingback: Bitacoras.com