«El Mayordomo». Preciosa historia

Analizamos uno de los estrenos de la semana, la aplaudida «El Mayordomo», protagonizada por Forest Whitaker y Oprah Winfrey.

Hace tiempo que leí cosas de esta película. Que si estaba producida por la popular Oprah Winfrey, que si al Presidente Obama le ha fascinado, y un largo etc. Puedo asegurar que no la he ido a ver por ninguno de estos dos motivos. La razón es muy simple a mi juicio: Me gusta la Historia. Me gusta saber de donde venimos, para conocer el presente lo mejor posible y de esa forma poder crear un Futuro mejor. Y desde luego, me gusta la Historia lo mejor contada posible.

¿A qué me refiero? Pues a que no me gustan las visiones sesgadas y políticamente correctas. Tras haber visto «El Mayordomo», he atisbado cosas que no me han gustado mucho, pero otras que sí. En conjunto, creo que la película es preciosa. Está contada muy bien y responde a ese esquema de relato bello por su sencillez.

Pero nos encontramos con un pequeño problema. Y recalco una vez más que todo lo expresado aquí solo es una visión personal mía y que nadie tiene que compartirla. El asunto que más me preocupa respecto de esta cinta es lo que nos quiere contar, debido a su dificultad. Porque estamos hablando de un período de 34 años, desde que Cecil Gaines entra como Mayordomo hasta que se jubila. Y durante todos esos años, ha habido muchos Presidentes. Soy consciente de que el centro de la película no son los Presidentes, pero habría estado bien detenerse un poco más en algunos. Por ejemplo en Ronald Reagan (Alan Rickman), ya que según un artículo que he leído recientemente, Cecil mantuvo una relación más cercana con él y su esposa Nancy.

Algo que la película refleja bien en una escena en la que el matrimonio invita al Mayordomo y su esposa (Oprah Winfrey) a una Cena de Estado. Desgraciadamente, la relación de Cecil con los demás Presidentes: Eisenhower (Robin Williams), Lyndon B Johnson (Liev Schreiber) o Nixon (John Cusack) pasan por ser breves pinceladas de un artista que comienza un cuadro pero no es capaz de terminarlo.

El Presidente que mejor parado sale en toda la película es Kennedy (James Mardsen), al que solo falta que le canonicen, porque se le refleja como un santo varón comprensivo noble y bueno. Desde luego cualquiera que vea esta cinta y desconozca la verdadera historia de JFK se puede llevar una impresión bastante equivocada. Por otro lado, la cinta es especialmente buena como Documento Sociológico, pues refleja muy bien una época de EEUU, y en concreto, el status de un grupo determinado de la sociedad y su lucha por la Igualdad de Derechos.

Cabe destacar aquí como elemento importante la defensa de la No Violencia y la crítica a los grupos radicales del Black Power como los Panteras Negras, aunque el final de la película es un tanto ambiguo en este asunto y puede generar un interesante debate para los espectadores.

En conjunto, he disfrutado mucho con la película y ha llegado a emocionarme. Ahora bien, no la veo Oscarizable ni mucho menos. Creo que es una película hecha especialmente para el lucimiento de un actor, en este caso Forest Whitaker que interpreta al Mayordomo Cecil de forma magistral, y de momento apuesto a que será el afortunado ganador a la estatuilla como Mejor Actor. Por otro lado, me ha sorprendido gratamente Oprah en el papel de la esposa del Mayordomo. Invito a todos a que se acerquen a esta bella historia que nos retrata una Época desde un punto de vista distinto.