El actor terminó destrozado tras rodar durante varios dias una escena de la película en la que tenía que arrastrarse por el suelo.
Leonardo DiCaprio necesitó acudir a un afamado quiropráctico tras rodar El lobo de Wall Street, su última película en la que interpreta a Jordan Belfort, un corredor de bolsa. Fue el propio Belfort el que le aconsejó sobre cómo interpretar la escena, donde necesitaba arrastrarse hacia un coche bajo los efectos de las drogas.
Según el propio Leonardo DiCaprio:
«No sabía nada de la droga Quaaludes y él había tomado varias veces. Me contó su experiencia real, es como si quisieras ir a un lugar determinado, y tu cuerpo no te acompañase. Estuvimos grabando la escena más de una semana, eso conllevo varias visitas al quiropráctico, era muy doloroso».
Su compañero de reparto, Jonah Hill, no tuvo este tipo de problemas pero si otros distintos relacionados con su parte del guión, en la que sus diálogos están llenos de tacos e improperios. Hasta el propio director, Martin Scorsese, tuvo que reconocer que en su vida real es bastante más moderado:
«Jamás hablo así en mi vida real. A lo mejor si me cortase de manera accidental y me hiciera sangre afeitándome o algo de eso, podría soltar algún taco, pero nunca en otro caso».
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