Especial con motivo del estreno mañana de The Grandmaster, la nueva incursión de Wong Kar Wai en el género de artes marciales.
Me propongo hacer un pequeño repaso de Wong Kar Wai y dos de sus obras anteriores, que son las que he podido ver, y que además constituyen un mosaico de sentimientos de gran belleza, dos películas muy distintas, pero ambas realmente magníficas aunque no muy populares entre el público, salvo para aquellos que disfrutamos de cualquier tipo de Cine.
Siempre he sido un gran fan del género de las artes marciales y de Wong Kar Wai. Admiro al Ang Lee que dirigió Tigre y Dragón, una excelente épica con una historia de amor no correspondido de las más bellas que recuerdo. Con posterioridad, este director bajo mi punto de vista, ha encadenado películas bastante peores aunque no se puede decir que sean malas, salvo su nefasta adaptación de Hulk que supuso un aneurisma cerebral a más de un seguidor del personaje.
Posteriormente, descubrí a Zahng Yimou, alguien que elevó a la enésima potencia el logro de Lee con Tigre y Dragón en otras cintas como Hero, La casa de las Dagas Voladoras o La Maldición de la Flor Dorada, que si alguien no las ha visto, son cintas que deben figurar en cualquier colección de un fan del género.
Hace unos meses, leí noticias sobre la segunda incursión de Wong Kar Wai en el Wuxia con The Grandmaster, que trata sobre la vida de Ip Man, el famoso maestro de artes marciales de Bruce Lee. No voy a hablar de esta porque aun no he podido visionarla pero una vez que lo haga escribiré sobre ella.
De momento, hablaré sobre The Ashes of Time, la ópera prima de Wong Kar Wai y que es además la predecesora en este estilo de películas. Después me centraré en una cinta muy diferente llamada In the Mood of Love también de Wong Kar Wai, traducida al castellano como Deseando Amar, y que es además una de las películas más bonitas que he visto en mi vida.
THE ASHES OF TIME
La película de Wong Kar Wai es una reflexión sobre la Soledad y el Amor. El protagonista es Ouyang Feng, un guerrero que decide recluirse en el desierto debido a un desengaño amoroso. Todos los años, un hombre le visita en la misma fecha.
Ouyang poco a poco descubre que esto no es fruto de la casualidad y que la mujer causante de su dolor sigue amándole aunque nunca se lo haya demostrado. Se nota al ver esta cinta la falta de medios del director y una cierta indefinición en cuanto al estilo de narrarla. Esto bajo mi punto de vista como siempre digo. Es sin duda una película muy interesante aunque tampoco la enmarcaría exactamente dentro del género de las artes marciales ya que estas tienen muy poca presencia en la misma. Por otro lado, las reflexiones que he realizado sobre el film me llevan a otra conclusión, y es que la cinta es un llamamiento a la esperanza y a mirar hacia delante, a no quedarnos anclados en el pasado.
En un momento de la película, cuando Ouyang recibe la visita de su misterioso amigo, este le dice: “Alguien me dijo que los problemas del hombre residen en su Memoria”. La raíz de nuestra infelicidad, el por qué de pronto nos da por alejarnos de todo, aislarnos y quedarnos en la soledad quizás el hecho de que nos anclamos al pasado con demasiada facilidad. Después de decirle eso, le ofrece a Ouyang un ánfora llena de vino con la promesa de que ese líquido le borrará todos los recuerdos y podrá salir adelante. ¿Qué recuerdos son los que querría eliminar Ouyang? Para descubrirlo, tendréis que verla.
Como digo, es sin duda una película bonita y demuestra que no es tan difícil contar una historia repleta de sentimientos cotidianos con los que nos identifiquemos todos, pues aquí no hay distinción de oriente u occidente, ya que las cuestiones abordadas son absolutamente universales.
DESEANDO AMAR (IN THE MOOD OF LOVE)
Como decía antes, las películas de Wong Kar Wai tienen algo en común, y es precisamente el hecho de que tocan temas universales. En el caso de esta segunda película, el asunto es de nuevo el Amor pero desde una perspectiva distinta. Transcurre en la China de los 60, en un edificio de apartamentos con varias habitaciones que se alquilan a diferentes personas.
Aquí encontramos a los dos protagonistas, el señor Chow (Tony Leung) y la señora Chan ( Maggie Cheung), unidos por lo que parecen ser casualidades del destino, pues el marido de Chan está teniendo un affair extramatrimonial con la esposa de Chow.
Cuando estos deducen lo que está ocurriendo, va naciendo una amistad entre ellos a raíz del dolor producido por el engaño, aunque ambos afrontan esto de formas diferentes.
Poco a poco, los sentimientos evolucionan hasta el enamoramiento, un amor imposible y que nos mantiene en vilo durante toda la película deseando que pueda hacerse realidad para que los personajes alcancen la felicidad. Todo ello narrado con planos de miradas furtivas, gestos, y una canción muy conocida de fondo, la famosa Quizás Quizás Quizás de Nat King Cole.
Si hay un director de Cine actual que merezca llamarse Autor y además estar en el podio de los mejores, ese es sin duda Wong Kar Wai, y antes de ver su nueva película, recomiendo a quienes no hayan visto nada de él que se adentren en sus primeras películas porque son realmente maravillosas.
Un Especial de Wong Kar Wai de Ramiro González.
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