sábado , septiembre 7 2024

Philomena. Lección de vida para creyentes y no creyentes

Ya podéis leer la crítica de la película nominada a los premios Oscar 2014 Philomena, protagonizada por Judi Dench. Estreno en las salas de cine el próximo 28 de febrero.

Tristes historias que marcan las vidas de familias enteras y ya no solo por el dolor que supone a una madre que la arrebatan a su hijo en nombre de Dios, si no que encima tenían que soportar  la  vergüenza de sus familias que se sienten deshonradas a causa de  una sociedad que en su tiempo era hipócrita, pero ante esos hechos tan deleznables están esas instituciones que con el pecado como estandarte se lucraban con echos terribles, sin olvidar  a los gobiernos de esos países que con su silencio y con mirar para otro lado se convierten en cómplices de esas brutales y aberrantes conductas.

Crítica de Philomena

Cuantas atrocidades se cometieron y cuantas se siguen cometiéndo hoy en día. En nuestro país tenemos ejemplos de sucesos que se han destapado recientemente de niños robados  y que todavía no han sido resueltos y que muchos de ellos no se resolverán, cuantas madres tendrán la duda y no se atreverán a abrir esas heridas por que prefieren mentirse, y cuantas se sienten injustamente tratadas por una sociedad que no se implica por que ese zapato no les apreta.

En Philomena estamos ante una de esas películas basadas en hechos reales, de niños robados a sus madres por cometer el pecado de querer a alguien fuera del matrimonio, donde esas chicas eran llevadas a un convento para evitar el que dirán en una sociedad en la que eso importaba. Estigmatizándolas y creándoles un sentimiento de culpa de por vida, a veces tan grande que justifica que se llevasen a su hijo por ese pecado cometido. Philomena contiene una atrayente temática religiosa y con una marcada estética británica que recuerda mucho a la película Las hermanas de la Magdalena.

Es la historia de una mujer Philomena Lee que encarna Judi Dench, que en la adolescencia se queda embarazada de un chico en una feria. La confinan en un convento de monjas para evitar la vergüenza de su familia por quedarse embarazada.

Fruto de ese encuentro nace su hijo Antony al que a los tres años arrebatan para que un matrimonio estadounidense lo adopte o mejor dicho lo compre aportando beneficios al convento.

Durante toda su vida Philomena tiene que vivir con un hondo vacío, con un recuerdo que la ahoga, una mujer que pasa por todos los estados que puede llegar a sentir una madre; desde la ira hasta la aceptación pasando por el desconcierto la resignación incluso por la ilusión por recuperarlo y todo ello sin renunciar a la  fe que la traiciona. En escena entra un periodista en horas bajas y ateo Martins Sixsmith, protagonizado por Steve Coogan,  que ante la historia humana que se le plantea decide investigar de la mano de Philomena con la intención de escribir un libro sobre su triste historia.

PHILOMENA

En Philomena estamos ante un drama con pequeñas dosis de comedia. Ante una película comprometida, un filme de denuncia religiosa pero sin regodearse, sin querer generalizar. Un trabajo éticamente complicado que hace  una llamada de atención a una sociedad permisiva con conductas mezquinas sobre las clases sociales más bajas y lo que es peor sobre las mujeres que por el hecho de quedarse embarazadas las internaban en lugares que ahora claramente se ven con una reputación deleznable y dudosa. Recuerdos de una vida, una vida marcada por un hecho terrible, lleno de ocultismo.

Stephen Frears, basándose en el libro de Martins Sixsmith, ha vuelto en Philomena hacer un trabajo lleno de delicadeza y ternura con temas espinosos como ya lo hizo en Mi hermosa lavandería.

El director de Las amistades peligrosas o La reina, ha hecho un trabajo impecable de dirección  dándoles un protagonismo muy importante a los personajes, que se echan a las espaldas toda la carga de la película, salvándola hasta en los momentos más declives del metraje. Philomena es una película humana donde están muy bien dosificados los sentimientos, el director mete con sutileza pequeñas dosis de humor para relajar la emotividad. La película mantiene la intriga a veces de manera innecesaria, para mi gusto peca de lenta. Abre el debate sobre la fe personal y las creencias religiosas, goza  de una gran carga emocional que ahonda hasta llegar a la lágrima.

Philomena (Judi Dench) es una mujer entrañable, que emana ternura  a medida que el metraje avanza, que expresa sus miedos, sus incertidumbres en ese peregrinaje de búsqueda. Judi Dench empátiza muy bien con el personaje y es capaz de poner en un segundo plano el tema principal. Con su personalidad se va ganando al espectador, dando una lección de perdón carente de rencor por encima de todo.

No es de extrañar que Judi Dench esté nominada al Oscar a mejor actriz  principal con esta interpretación en Philomena. Steve Coogan, está aceptable en el papel de periodista-escritor ya que tiene que lidiar con su compañera de reparto y estar a la altura de su interpretación no es tarea fácil.

Philomena es una película muy recomendable para un público sensible y exigente, una lección de vida tanto para los creyentes como para los no creyentes.

Acerca de Rafael Calderón

Crítico de cine, Director y Redactor jefe en Cineralia. Admito que soy un enamorado del séptimo arte que no duda en recordar que como dijo aquel, "Nadie es perfecto"

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