El sábado 22 de febrero a las 20:00 horas Márgenes estrena El triste olor de la carne del director Cristóbal Arteaga Rozas, en la Cineteca del Matadero de Madrid.
Si por algo se caracteriza Márgenes es por traernos cintas con gran contenido de calado social, y la crisis económica que actualmente estamos sufriendo y que tanto está influyendo en todos los sectores, está dando mucha temática para el cine y para reflexionar ante ello.
El triste olor de la carne es un viaje en plano secuencia protagonizado por alguien que está sufriendo en sus propias carnes los efectos de una crisis, donde cabe incluso la posibilidad que el haya tenido algo que ver en ella.
La cámara sigue a un hombre, Alfredo Barrera, trajeado en la tensión de un día que puede ser decisivo en determinar su línea de vida. Ante lo que todo aparenta normalidad, pareciendo que le rodea la felicidad, porque posee un trabajo y un hogar pero nos encontramos a un hombre que esconde su lucha por sobrevivir y escondiendo las verdades de cara a la galería incluso así mismo, y mantener una apariencia forzada, ya que el cobrador del frac puede dibujar su destino y borrar esa castillo de naipes llamado felicidad; pero aún así el tendrá un plan.
El triste olor de la carne es una cinta que quiere reflejar los dramas humanos ante la grave situación económica y la realidad social actual, así como el conmovedor panorama de los desahucios.
Coincidiendo con estreno del primer largometraje del director Cristóbal Arteaga, Márgenes presenta online, (www.margenes.org), de manera gratuita dos de sus cortometrajes: El ascensor y El otro.
El triste olor de la carne ya ha tenido sus reconocimientos en festivales, fue seleccionado en el Forum for Independents del Festival de Karlovy Vary y además ganó el premio Resistencias en el reciente Festival de Cine Europeo de Sevilla
En esta proyección en Cineteca estará presente su director, quien hará la presentación de la misma, y después mantendrá un coloquio con el público de la sala.
Me faltó agregar, quizás en la crítica, la sutileza del director frente al momento final, que pudiendo haber sido catastrófico de mirar, solo nos deja pensativos y abiertos unicamente a nuestra propia imaginación.
vale
se desprende de la temática algo que está arraigado en las personas que saben su fin, buscado ciertamente por angustiosas situaciones en que su egos no dan para más y,que buscan un camino tan pero tan distanciado de ver soluciones, que hace que el mundo incognito de ellos, sea para los demas algo indescriptiblemente incapaz de entender.
Hay algunos que los tildan de cobardes y otros que hablan de la valentía de tomar esas decisiones, pero en el fondo no es ni uno ni lo otro sino que el atrevimiento total sobre la naturaleza humana, que mientras ella busca el desarrollo de las personas, ellos la desafian , como queriendo decir que lo que hacen ,es tan profundamente propio, que no cabe la critica sin antes pensar tambien en que lo vivido se torna en un momento crucial en la solución final del todo reinante en sus vidas.
Silencio en la sala, solo eso, silencio y un gran respeto por una decisión tomada fuera de sus casillas.
Excelente compañía nos da el director al sentirnos participes de ese calvario ,en que todas sus estaciones estuvieron tambien con misterios gozosos y dolorosos en su cúspide del desarrollo expuesto.
El discuro es uno y la realidad fue otra.