La directora Antoinette Beumer nos muestra una película preciosa, llena de matices, delicada y emotiva.
A veces damos por echo los sentimientos de las personas que más nos quieren y no demostramos cariño por que se supone por arraigo, cuantas veces hemos vuelto a descubrir a nuestros hermanos en un viaje en vacaciones o en una excursión por que la vida siempre tenía otras prioridades reservadas, que pocas veces los abrazamos y les decimos te echaba de menos o a ver si nos vemos más.
Pues un poco de esto narra Jackie a parte del eje principal que no es otro que la búsqueda de la identidad y la libertad de cada uno para elegir y hacer su vida a su manera.
En Jackie las gemelas Sofie y Dann de treinta años reciben la llamada inesperada de su madre biológica Jackie que ha sido hospitalizada. Las hermanas se han criado en los Países Bajos con sus padres, una pareja homosexual. Sofie y Dann son tan distintas que casi resultan incompatibles. La llamada de su desconocida madre será un antes y un después en sus monótonas vidas: A pesar de sus incompatibles caracteres deciden acudir a la llamada de su sangre, poniendo rumbo a Nuevo México para conocerla. Una vez juntas viven una experiencia única que marcara sus vidas para siempre.
Jackie viene avalada por un éxito de taquilla y crítica en los Países Bajos, dirigida por la directora Antoinette Beumer nos muestra una película preciosa donde se nota la sensibilidad de una mujer, llena de matices, delicada y emotiva, un paseo por la America profunda en busca de la propia identidad, un metraje lleno de valores que propone una perspectiva nueva para unas hermanas emocionalmente opuestas y un regalo para una madre que vive en la más absoluta soledad.
Podemos atrevernos a decir que es un cuento donde las perdices se venden caras. Los personajes tanto Sofie como Dann como Jackie enamoran por igual, tienen unas personalidades distintas que engranan a la perfección a medida que avanza la trama. Recuerda salvando las distancias muchísimo a Telma y Louis y a La niñera mágica aunque pueda parecer ridículo.
El personaje misterioso de Jackie, que da vida la oscarizada Holly Hunter, va suavizando sus rasgos a medida que el nudo de trama llega a su punto álgido, vuelven a darle un papel de mujer atormentada en el que parece ser que se encuentra cómoda y el espectador agradece. Sorprende Carice Van Houten la actriz que corta el cuello a William Dafoe en un video clip maravilloso de Antony and the Johnsons que a la vez colabora con ella en su disco. Disfruto con su mirada angelical y llena de melancolía, seductora y tierna, conjuga muy bien con la aparente ingenuidad de su hermana en la ficción y en la vida real Jelka Van Houten que se gana al espectador ya no solo por su belleza muy parecida a la de Scarlett Johansson si no por las ganas que pone por ser ella misma harta de estar influenciada por su entorno.
Las actrices de Jackie realizan un trabajo formidable, trasmiten mucho y la cámara se alía con ellas. Un gran trabajo de fotografía, acentuando los áridos paisajes de Nuevo Mexico. Es una película muy aconsejable, se lleva uno un buen sabor de boca, con la sensación de haber visto una buena película, y es una buena película por la historia y es buena por que te emociona y te hace reír a partes iguales, un drama- comedia muy bien hilvanado.
Una Crítica de cine de Antonio Arenas.