El pasado 28 de marzo pasó por cartelera una buena propuesta española, Kamikaze, la nueva película del director Álex Pina.
Después de haber dirigido varias series de éxito en nuestro país cómo Los Serrano.
Kamikaze ha sido una de las propuestas que han pasado por el último Festival de Málaga dentro de la sección de oficial de largometrajes a concurso.
Slastan (Álex García) un joven de Karadjistan, quiere inmolarse dentro de un avión que sale de Moscú con destino a Madrid, y de esta manera alcanzar a su familia. Todos sus planes se complican cuando debido a la tormenta el avión no puede despegar. Los pasajeros de ese vuelo son alojados en un hotel apartado, donde éste terrorista tiene que pasar unos días con sus compañeros de viaje. En el trascurso de esos días Slastan se relaciona con todos ellos y unos acontecimientos hacen renacer en el sentimientos contradictorios que harán que se llegue incluso a replantear abandonar su meta.
La solidaridad como arma argumental dentro de una historia rusa sobre las consecuencias de las pérdidas y las llagas que ello levanta. Una tragicomedia donde la compensación de ambos géneros está llevado a la perfección, de tal manera que el goteo de historias está muy bien hilado, dando paso a un gran montaje de guión.
La narrativa de cada mundo interior de cada vida e historia de los protagonistas da lugar en Kamikaze a una gran película coral, donde la comprensión es el eje central para sacar el interior y sufrimiento de cada personaje, pues ninguno está exento.
Es difícil mezclar estos géneros, pero aquí no se excede en ningún momento en resaltar uno de ellos, va pasando de uno a otro con sutilidad y con buen tacto, sacando una sonrisa al espectador al mismo tiempo que empatizas con los dramas que cada uno lleva dentro que se exponen con gran maestría en un guión muy bien elaborado y compensado.
Hay una frase que sola en sí, después de disfrutar de Kamikaze, uno se da cuenta que da sentido a todo el conjunto de las historias. “Por muy mal que lo hayas pasado, siempre hay alguien que sufre más que tu, y solo te quedan dos opciones o pudrirte por dentro o bailar al ritmo de la vida”, este párrafo bajo la voz del inmenso Héctor Alterio que vuelve a demostrar que con bien poco se puede dar mucho, su papel es pequeño pero conmovedor.
De fondo Kamikaze contiene una historia intensa que se deshila poco a poco, un drama de las guerras, enfrentamientos políticos y fanatismos políticos y religiosos, que como bien marca el título, es el eje central, pero no el único porque las heridas en esta vida son inmensas cada una en su escala y ámbito, pero siempre dejando un sentimiento de fondo, la soledad y las distintas pérdidas emocionales.