A algún gran amigo, Alejandro, que no apellidado Magno, sino Barroso, se le ocurrió decirme, vamos a ver la de 300, que seguro que está bien…
…lo primero que pensé, verás tu… efectivamente no me equivocaba.
Tras una larga espera (ocho años concretamente) de la primera parte de 300, vuelve con una secuela, ¿ha merecido la pena la espera? No, en ningún momento, posiblemente una mañana de resaca haya defecado cosas con mejor aspecto.
Pero empecemos por el principio ¿Cuáles son los problemas de 300, el origen de un imperio? Posiblemente casi todos, si algo caracterizaba a la primera película de 300 era que tenía cierto encanto y era entretenida, que al fin y al cabo es lo que pedimos en este tipo de cine, la secuela no tiene ni una cosa ni la otra, soporífera, aburrida, sosa, muy sosa, la hora y media de rigor es una autentica tortura para todos los que estábamos en la sala de cine.
Algunos espectadores se quejaban de que había “demasiada sangre” pero vamos a ver, alma de cántaro ¿qué esperabas? Es la secuela de 300 no se iban a poner a hacer un número musical cantando la canción la canción “Over the rainbow” aunque quizá hubiera mejorado algo el conjunto, aunque para mejorar esto hacen falta varias cosas.
Los cameos intentan arreglar el film, cameos , por otra parte absolutamente innecesarios puestos para rellenar metraje y sin ningún tipo de orden y ya no digamos sentido.
Hablemos de Artemisia, la actriz Eva Green, quizá lo mejor de esta secuela (aunque esto tampoco es decir mucho) un momento interesante es cuando hay un espía a bordo y Artemisia con una obviedad brutal al decir “es el espía”, muchas gracias hija por tu aclaración no me había olido la tostada. Otra escena particular donde Temístocles se pone las botas, bueno realmente no se pone las botas, porque no tiene… ¿lo pilláis? Vale vale, ya lo dejo.
En definitiva, haríais bien en no malgastar vuestro dinero en esta película, en una sola palabra, decepcionante, gracias a dios que solo me gaste cuatro euros en verla ya que si me hubiera gastado diez hubiera sido aún más deprimente.
La verdad que yo tuve que ver dos veces 300: El Origen de un Imperio para entender que se trataba de una historia paralela a la primera, e incluso vi otra vez 300 porque no recordaba muy bien algunos detalles.