El pasado día 30 de Abril, llegó a nuestras carteleras la comedia No se aceptan devoluciones del director y actor mexicano Eugenio Derbez.
Este su primer largometraje en la gran pantalla.
La película ha logrado convertirse en todo un fenómeno habiendo alcanzado la cifra de 25 millones de espectador. Incluso en EEUU ha marcado records, ya que ha sido el film latino más taquillero de toda la historia al haber recaudado 44 millones de dólares. ¿Tendrá esa suerte en nuestro país?
Valentín (Eugenio Derbez) es un bohemio total, con una vida azarosa en Acapulco sobre todo con las mujeres. Un buen día aparece una mujer que pasó por su vida y le deja un bebé diciéndole que es su hija, y la madre ya no da más señales de vida. Valentín tiene que enfrentarse a la responsabilidad de criar a su hija Maggie (Loreto Peralta).
El destino y su bebe hace que finalmente resulte ser uno de los mejores especialistas de Hollywood y su hija es su más ferviente admiradora. La relación padre e hija es envidiable con una complicidad hasta que la niña cumple 7 años y un buen día aparece su madre biología que pondrá el mundo del revés la situación de Valentín y Maggie.
No se aceptan devoluciones es una cinta que comienza realmente floja todo hay que decirlo, haciendo pensar al espectador aquello de “dónde me he metido yo” pero a medida que trascurren los minutos todo va variando y te encuentras inmerso en una historia sensible con mucha emotividad y que llegados al final da un cambio de tuerca total, para que esta comedia con tintes dramáticos tenga su encanto y su correspondiente desgarro en el espectador.
Un guión donde se pone en bandeja las responsabilidades como padres, donde el amor se mide por la constancia y no por la sangre propiamente dicha, en la segunda parte de la película es donde esta temática se vuelve más ácida y dura, pues es cuando los adultos sacan a relucir sus presuntos derechos pero a veces olvidando sus propias obligaciones.
No siempre las películas que se muestran en primera instancia vacías y ligeras no dejan de tener un fondo amargo, duro y muy sentimental, este es el caso de No se aceptan devoluciones es un claro reflejo de esto que de manera ascendente va creciendo con el metraje, con las actuaciones y llegando al espectador de una manera muy directa, estando cargada la cinta de gran emotividad y raciocinio.
Lo mejor de la película es el feeling existente entre el director, guionista y actor, Eugenio Derbez y la pequeña actriz Loreto Peralta, siendo este su primer papel, y la actriz muestra un desparpajo y simpatía que llena la pantalla, en momentos contrarresta con la actitud de Derbez, pero para llegar a comprenderle tendremos que llegar a ese final que para nada es cómico y aunque parezca que no, el mismo ya nos ha dejado detalles del mismo, aunque como uno está inmerso en una divertida comedia, con gags fáciles pero atrayentes, puede que no sea consciente de ello.