jueves , octubre 31 2024

Crítica de Dom Hemingway. Comedia entretenida pero falta de originalidad

Jude Law interpreta en Dom Hemingway a un desvergonzado y barrio bajero delincuente, profesional de las aperturas de cajas fuertes.

Una impactante fotografía que ciega por su luminosidad y a la vez originalidad y como no, por un actor principal Jude Law protagonista de Closer, Sherlock Holmes o Anna Karenina entre infinidad trabajos, sentado en un sofá rojo con un cuadro de un macaco sobre su cabeza preside el cartel publicitario de Dom Hemingway, un buen reclamo junto a una seductora sinopsis pueden ser los culpables de caer en la tentación de ir a verla.

Crítica de Dom Hemingway
Cartel Dom Hemingway

Y en pantalla el comienzo de Dom Hemingway es salvaje, el espectador puede quedar atrapado en las redes del trabajo del director Richard Shepard que con maestría se ha cuidado de poner matices y cuidado detalles en la brillante luz y colorido resplandeciente a los fotogramas. Las tomas llegan a hipnotizar llegando a crear una falsa esperanza de encontrarse en Dom Hemingway ante una buena historia pero que no acaba de llegar nunca, todo se diluye hasta el vacío. La trama se sucede como la subida a una montaña donde la cima se resiste o como la gaseosa se va disipando con el tiempo.

Película rocambolesca un tanto esperpéntica de género de las comedias de crímenes británicos que tan de moda ha puesto Guy Ritchie. De esta no puede decirse que sea aburrida ni mucho menos, pero le falta originalidad y un toque Tarantino que a pesar de contarnos siempre lo mismo acaba por no importarnos. Tampoco se la puede catalogar como comedia a pesar de que hace un intento con escenas grotescas pero incapaces de provocar una sola sonrisa.

Estamos en Dom Hemingway ante un guión de andar por casa, desgastado y con una gran falta de originalidad, en su favor juega con los consabidos recursos del sexo, las drogas, las fiestas pero sin recrearse, como un gesto agónico de atrapar al espectador con el encadenamiento de acontecimientos irrisorios que se suscitan. Los diálogos carecen de profundidad y de coherencia y llegan a aburrir en algunas secuencias. Aun así en líneas generales entretiene.

Con una sobreactuación de Jude Law acostumbrado a papeles de galán y que aquí podría decirse que es el perfecto antiseductor. Trabaja un personaje enloquecido con acento macarra y lo potencia buena parte del metraje hasta caer en el sentimentalismo más tórrido. Desmejorado por exigencias del guión con unos kilos de más, interpreta en Dom Hemingway a un desvergonzado y barrio bajero delincuente, profesional de las aperturas de cajas fuertes que sale de la cárcel tras pasar doce años de su vida y que tiene por objetivo recuperar el dinero que le debe su jefe por silenciar sus trabajos sucios y así poder recuperar el tiempo perdido. Richard E. Grant su compañero de reparto hace un muy buen trabajo a pesar de quedar un tanto eclipsado, su caracterización da muy bien en pantalla.

imagen-dom-hemingway

Una cinta excesivamente británica, resalta con descaro los esteriotipos, muestra los lugares más emblemáticos de Inglaterra y nos da un tímido paseo por la Provenza francesa.

Dom Hemingway pasa de la euforia al melodrama, se aprecia la decadencia del personaje, de cómo la vida al final moldea personalidades y pasamos por el aro por muy independiente que se quiera ser. Quizás sea esa la moraleja de está película que como todas al final tienen algo que mostrar por muy patéticas que puedan parecernos.

Una crítica de Antonio Arenas.

Acerca de Rafael Calderón

Crítico de cine, Director y Redactor jefe en Cineralia. Admito que soy un enamorado del séptimo arte que no duda en recordar que como dijo aquel, "Nadie es perfecto"

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