No solo en el verano iban a ser comedias francesas lo que nos llegase a nuestras carteleras, el cine francés es mucho más, intenso y cautivador con el espectador.
Reencontrar el amor es un drama romántico para ahondar en la intensidad de lo prohibido, vamos como diría aquel, la tentación vive arriba, en este caso más bien de frente.
Pierre (François Cluzet) es muy feliz con su vida: su estabilidad matrimonial, sus hijos y su trabajo. Una noche conoce a Elsa (Sophie Marceau), una joven muy atractiva y divertida y que tiene algo muy claro en su vida, nunca liarse con un hombre casado. Pero después de este encuentro fortuito en una fiesta, ambos no dejan de pensar en ello, no tienen sus teléfonos, no saben nada del uno y del otro, solo un amigo en común, pero el destino hará que se vuelvan a encontrar y sus miradas se crucen. ¿Serán capaces de mantenerse fieles a sus principios? O ¿este encuentro será la prueba de un amor incandescente?
Una cinta, Reencontrar el amor, que desde el primer momento puede uno pensar que va a caer en los tópicos de la fidelidad, en el innumerable destino tantas veces tratado, pero vemos a medida que avanza el guión que profundiza mucho más de lo previsto, uniendo la flaqueza carnal con la emocional. Es intensa y emotiva, por partes iguales, dando paso a un drama que llega al espectador.
Bien es verdad, que Reencontrar el amor es simple, que no busca recovecos si no que va directo al grano, de ahí un metraje corto, que se agradece para no alargar lo que no es necesario. Una historia de sentimientos y de afinidad que además tiene sus toques de humor con sutilidad.
Su directora Lisa Azuelos, es una experta en dramas románticos, aunque anteriormente se hubiera centrado en la adolescencia, como es el caso de Lol y su propio remake, en Reencontrar el amor incide en un amor adulto, no en cualquier capricho ocasional, es todo mucho más aposentado y sosegado, eso sí, hay momentos que uno no puede por menos que recordar la anteriormente citada Lol, por muchos matices que tienen en común.
Lo que sí que se agradece, y mucho, es esa composición del montaje que ha hecho con esas secuencias de ensoñaciones que nos hacen pensar que vamos por unos derroteros, que serían los previsibles seguramente, y nos vemos totalmente en otros, todo está tan bien montado que uno se ve inmerso en esos sueños, en esos desvaríos que no serían tanto, y por esos nos los creemos.
Ambos protagonistas de Reencontrar el amor congenian muy bien, pero he de reconocer que me enganchó mucho más la actuación de Sophie Marceau, la actriz me sorprendió gratamente al igual que lo hizo en su anterior película La felicidad nunca viene sola. Hay que destacar que en ambas interpretaciones mucho más maduras que sus anteriores película, incide en algo recurrente la búsqueda del amor y de la independencia.
En Reencontrar el amor no solo se muestra una historia de amor, si no que la valoración de los principios éticos y morales es un dato a destacar en un guión compacto, que disgrega a los sexos pero los une por emociones. También vemos como enfoca el hecho de creer que uno puede con todo y como las emociones puede con uno. En definitiva una historia de amor sin que los tópicos lo estropeen.