El director contaría ambas entregas de Kill Bill como una sola obra.
The Hateful Eight será la octava película de Quentin Tarantino. En su presentación a productoras en el American Film Market el realizador anunció sus planes de retirarse de la dirección tras su décima película. Aseguró que aún le quedaban dos por realizar. Kill Bill se contarían como una sola entrega. No especificó si, en caso de realizar más secuelas o precuelas contabilizarían para esas diez películas.
En sus declaraciones Tarantino aseguró que su pretensión es terminar antes de que llegue el momento en que la gente piense que está acabado. Quiere dejar a su público con ganas de más. También dijo que le gustaba “la idea de un cordón umbilical que conecte su primera con su última película”. Aunque esta es su intención, no significa que, en el futuro, no puedan cambiar estos planes. Si después de retirarse se le ocurriese una gran idea, no se negaría a rodarla por haber dicho que se retiraría.
En la cita también Quentin Tarantino dedicó bastante tiempo a hablar sobre su nuevo proyecto. Comentó ciertas influencias en la cinta, como Bonanza, en las que, en ocasiones, un grupo de forajidos toman como rehenes a varios personajes. Este marco le da la oportunidad de contar historias sobre el pasado, así como revelar poco a poco el carácter de los personajes. También comentó su intención de rodar en 70mm. Su pretensión sería realizar una exposición similar a la que se realizó con Interestellar. Le gustaría poder mostrar una experiencia analógica primero en 35mm y en 70mm en lugares concretos antes de mostrarla de forma digital.
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