“No busques venganza. Así no se les vence. Sobrevive, aguanta, esa es tu venganza. Así les derrotarás”.
Susurra un soldado a Louie Zamperini mientras ambos se encuentran recluídos en un campo de concentración en Japón.
Esta es una de las claves de la película Invencible dirigida por Angelina Jolie, su segunda experiencia ya tras las cámaras. La segunda clave del film es el perdón.
Invencible es eso, un relato sobre la capacidad de sobreponerse a los avatares de la vida, de salir adelante, no rendirse jamás en esa búsqueda de lo que uno quiere ser y sobre todo, una historia que habla de perdonar y amar a nuestro enemigo. Una película que va a causar una gran división de opiniones, pero que, a nivel personal del que esto escribe, es una cinta realmente preciosa con un mensaje bonito.
Algunos incluso tildarán el film de “anticuado”, lo cual no deja de ser preocupante, porque ¿Acaso debemos olvidar unos hechos en los que murieron casi 60 millones de personas? Desde luego si es eso lo que se pretende decir al tildar algo de anticuado, me parece que caminamos por una senda preocupante.
Desde luego que se le puede criticar a Invencible el modo en que está hecha, la elección de actores, los medios, si es lenta o rápida y un largo etc… Pero no creo que se deba menospreciar una historia, que además es real, en la que hubo mucha gente que murió para que todos nosotros pudiésemos disfrutar de las pocas libertades que tenemos a día de hoy.
Haciendo honor a lo que he dicho, mi valoración abarca todos los aspectos estructurales del film. Desde luego que hay múltiples historias de superación personal, pero Angelina Jolie ha escogido esta, es su decisión como creadora y no tenemos por qué imponerle nada.
De hecho, el relato cinematográfico propuesto por Jolie se inspira en una novela periodística de la reportera Laura Hillenbrand, que tiempo atrás se hizo famosa por el best seller Seabiscuit, película ganadora de unos cuantos Oscar. En el libro por supuesto se ahonda mucho más en el perfil personal de Louie Zamperini, interpretado en la película por el magistral Jack O´Connel. Un chico problemático, negado para los estudios y desanimado con su vida porque no ve un rumbo fijo que seguir y siente que no vale para nada, hasta que su hermano mayor Pete le ve correr un día campo a través y le conmina a que se dedique a ello porque tiene un gran don.
Es aquí cuando la actitud de Louie comienza a cambiar radicalmente gracias a los ánimos de su hermano. “Lucha por lo que quieres y triunfarás”. Un consejo que le vendrá muy bien y forjará su carácter de cara a los acontecimientos futuros. Pues cuando se produce el ataque a Pearl Harbor (algo que no se menciona en el film pues la cinta comienza justo cuando Louie y sus amigos ya están en la guerra) el protagonista junto a otros muchos jóvenes americanos, decide alistarse en el ejército y se convierte en bombardero.
Destinado en el Pacífico con sus amigos Phil y Mac, Louie conocerá el peor lado del ser humano cuando se estrellen con el avión. Aquí comienza un cautiverio que se prolongará hasta el final del conflicto. Perdidos en el mar durante 45 días (en la realidad, fueron 25 los días), los chicos lucharán por sobrevivir y evitar que unos hambrientos tiburones les devoren. Heridos, deshidratados y machacados por la terrible luz solar del Pacífico, acaban presos del bando Japonés cuando un barco los rescata. Y es en el campo de trabajo donde ese lado salvaje del hombre se reflejará en la figura del sargento Watanabe. “Cuando te miré a los ojos, supe que eras fuerte, que eras como yo. Pensé que podrías ser mi amigo, pero eres un enemigo de Japón” le dice Watanabe antes de pegarle de nuevo.
Louie demostrará una vez más su capacidad para sobrevivir, porque aunque le peguen y le tumben, él siempre se levantará.
En definitiva, Invencible resulta ser una película realmente preciosa, muy dura, desgarradora en ciertos momentos, pero al mismo tiempo esperanzadora, y supone un gran producto para disfrutar en las próximas navidades.
NOTA:3.5
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