El director y guionista Francesco Munzi presenta este relato sobre una familia de la mafia criminal calabresa.
Crítica de Calabria.
Si preguntamos a muchos por películas de corte mafia y tráfico de drogas dentro de Italia, se irían de cabeza a citar a la película Gomorra, personalmente creo que la que nos va a ocupar este artículo, Calabria, tiene una esencia mucho más arraigada y que engancha más al espectador por todo el entramado que se cierne en toda la historia.
Los hermanos Carbone llevan toda su vida viendo del tráfico de drogas, algo que ha sido muy lucrativa para ellos. Su origen era humilde, partían de una familia de pastores, pero ahora forman parte de la mafia criminal calabresa. El mayor de los hermanos, Luciano, decidió quedarse al margen de los negocios conflictivos y seguir viviendo en su pequeño pueblo y de su trabajo, y así intenta mantener fuera de las malas influencias a su hijo Leo, pero éste quiere acercarse a su tío Luigi, es mucho más moderno y cercano que su padre y eso le atrae, incluso sus negocios. La revancha entre diferentes grupos hará que finalmente la familia se vuelva a unir, para defender su honor frente a otros clanes, ya que se han revolucionado por algunos acontecimientos recientes y hay que marcar el territorio y el poder.
El director y guionista Francesco Munzi nos hace un retrato de una familia con bases tradicionales pero al mismo tiempo, enfrentando a generaciones y bandos dentro del mismo núcleo sanguíneo, viendo así las diferencias que pueden incluso dar la genética en un cierto momento, y cuando pueden tornar a similitud en comportamiento dependiendo de los acontecimientos.
Lo pausado de la historia hace que el espectador pueda asimilar toda la intensidad y profundidad que hay dentro del guión y que se desprende en cada uno de los personajes, que no son pocos. A priori, uno tiene que ir atando cabos e uniendo todas las pequeñas historias y retazos de momentos que parecen descabalados, pero que en breve todos fusionados en nuestra mente tendrán un significado y un matiz fundamental para entender el trasfondo de la historia.
Narrar con elegancia una historia de este corte no es nada fácil, pero aquí en Calabria, está realizada con un profundo tacto y con una gran profesionalidad, pues cuando te están contando y narrando todo lo importante y has de prestar atención, solo existe el sonido ambiente con las conversaciones, la música no interrumpe ningún momento fundamental, y así cuando llega el desenlace y desenfreno de la película la música avanza al ritmo necesario de las imágenes y se fusiona con las mismas, es una gran combinación que me atrajo en su conjunto.
El guión profundiza sutilmente en lo sibilino que puede llegar el ser humano para conseguir sus metas, su doble moral y sus dobles actitudes ante los contrarios dependiendo de las conveniencias. Incluso dentro de la familia es algo que se marca a fuego, nada queda exento de juicio al ojo del espectador, y eso es por la forma de mostrarlo, perspicaz y directo en su forma y contenido.