Paolo Virzi nos compone aquí un fresco formado por diferentes piezas. Las cuales, a medida que avanza la proyección, van cobrando sentido.
El director y guionista Paolo Virzi nos da una lección de lo que significa ser buen Cineasta. Porque, ante todo, el Capital Humano es una muestra de cómo una historia sencilla, que a todas luces tampoco aporta nada nuevo, puede ser contada de manera magistral y con ello cambiar absolutamente nuestra percepción sobre la misma, haciendo que la consideremos una cinta original, coherente y muy diferente al resto.
Desde luego, puede parecer lo contrario, pero es un reto complicado al que se ha enfrentado este director, porque no todos los narradores son capaces de relatarnos unos hechos desordenados y lograr que al final todo cobre sentido. Por poner un ejemplo relativamente cercano, hasta ahora, JJ. Abrams es de los pocos que lo ha conseguido con Perdidos, especialmente, en sus primeras tres temporadas.
Paolo Virzi nos compone aquí un fresco formado por diferentes piezas. Las cuales, a medida que avanza la proyección, van cobrando sentido. La cinta empieza por el final, con el atropello de un ciclista. Entonces viajamos al pasado, y a través de cada uno de los personajes, vamos conociendo no solo sus historias particulares sino la Historia global que compone el film, la cual se nutre de las particularidades de cada uno, para que así podamos conocer los hechos con diferentes perspectivas. Esta, en el fondo, es una historia más de la vida real, un relato de los tiempos actuales de crisis en los que vivimos.
Dos familias, una adinerada y otra de clase media. Todo parece irles bien a ambos, pero cada personaje oculta unos secretos, unas necesidades especiales, y con una sencillez solo aparente, nos vamos quedando pegados en la butaca, absolutamente cautivados por los hechos que vamos conociendo, siempre con una única pregunta en la mente: ¿Quién ha atropellado al ciclista?
Premiada en varios Festivales internacionales, el Capital Humano es una hábil mezcla de crítica social con una novela noir. En ella vemos un retrato de la sociedad italiana, que no se diferencia mucho de las del resto, especialmente de la nuestra, porque además me ha suscitado la impresión de que Virzi ha sido muy atrevido en su planteamiento principal: la cuestión de los Nuevos Ricos, de esas personas que no son felices con lo que tienen, que ambicionan tener cada vez más, y eso les acaba conduciendo, inevitablemente a la destrucción.
Como decía al comienzo, la historia es de sobra conocida, el contenido de la película lo hemos visto ya en otras ocasiones, pero lo mejor de todo y lo más destacable, es que es de las pocas Mejores Películas que he visto en cuanto a su narrativa. Afortunadamente, aun quedan directores capaces de relatar con Maestría.