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( votes)Primer trabajo de dirección en largometraje de Patricia Roda que apuesta por un cine protesta pero sin alzar la voz.
Dentro del Festival de Málaga se encuentra la sección competitiva Afirmando los derechos de la mujer. Muchos son los que se han presentados pero finalmente algunos serán los elegidos y unos pocos los premios. En esta ocasión la Biznaga de Plata ha recaído sobre El viaje de las reinas de Patricia Roda.
Esta sección lleva 8 años dentro del certamen y busca los trabajos que denuncien las injusticias que sufren las mujeres por el hecho de su sexo. El documental está realizado por mujeres y enfocado para reivindicar unos valores que actualmente están ausentes en el panorama tanto artístico como laboral. Hay que destacar que es el primer trabajo de dirección en largometraje de Patricia Roda que apuesta por un cine protesta pero sin alzar la voz, solo con el trabajo y con el esfuerzo de todos los componentes del equipo.
Quince actrices profesionales se reúnen para representar Reinas, un montaje teatral sobre doce reinas europeas. Las edades de las actrices son dispares y cada una tiene una trayectoria muy diferente, ahora se fusionarán para que su pasión, la interpretación, sea su arma de expresión y así poder llevar a cabo el sueño de seguir trabajando en lo que les gusta, aunque lo que les dé de comer en estos momentos sea otro trabajo totalmente distinto y ajeno a lo artístico. Desde el punto de partido del inicio de Reinas hasta su estreno en un escenario pasará más de una año, y ello dará cabida a muchas sensaciones, buenas y malas, que se reflejan en el film.
Hay viajes que nunca finalizan, que se sabe el comienzo pero nunca el final, y a mi parecer es lo que pasa con El viaje de las reinas, aunque el documental tengo su punto de partida y su meta, en el fondo uno se da cuenta que hay un poso de reflexión de un viaje vital de cada una de las protagonistas de este film que encierra en ese escenario tantos deseos, tantas vivencias y tantas reflexiones que con el tiempo tendrán cabidas y esto es sólo el principio.
En El viaje de las reinas lo que se enfoca en el tesón, la pasión y la profesionalidad por un oficio mucho más allá del beneficio económico. Como esas vivencias en ese terreno a cada una de las protagonistas les da la vida, y por momentos se la quita por ver como el proyecto no avanza. Además algo que se ve y fluye con naturalidad que no es nada más y nada menos que el compañerismo por encima de todo y la necesidad de trasmitir el deseo de actuar y seguir trabajando en lo que uno desea.
Patricia Roda ha utilizado una mirada totalmente ávida y esponjosa, deseosa de recorrer cada rincón del espectáculo que se cuece en Reinas como obra teatral y como reto personal de cada uno de los componentes. Es sutil y directa al mismo tiempo, utilizando un lenguaje llano y que va al grano de la cuestión en cada momento, en los ensayos, en las dudas, en los problemas sobre la financiación, en las subidas y bajadas emocionales que tanto influyen en el trabajo. Es una entrevista en cierto modo a cuerpo descubierto dejando al desnudo todos los desvelos y anhelos de un sueño.
Al final del documental y de esa representación uno se encuentra con un abrazo cálido entre público y actores que traspasa la pantalla, dando energía y buenas emociones sobre todo a aquellos que estén pensando en sacar un proyecto adelante. Querer es poder es la máxima de El viaje de las reinas.