En la ópera prima de Rafa Martínez se aprecian la voluntad por destacar y una gran ambientación, pena por un guión que hace aguas.
En Sweet Home estamos ante una simbiosis poco certera de dos géneros, uno el de edificio de infectados tipo REC pero sin infectados (conservamos la ambientación pero cambiamos a estos por asesinos a sueldo) y el otro el del slasher juvenil al más puro estilo Viernes 13 o La Matanza de Texas. Sinceramente la película no destaca en ninguno de ellos.
Una pareja de novios decide pasar una noche diferente y romántica en un piso de un viejo edificio semiabandonado al que acceden porque la chica (Ingrid García Jonsson) trabaja como asesora para el Ayuntamiento y está en posesión de las llaves, su idea sorprender a su chico con una velada diferente. Durante la cena íntima descubren que unos despiadados encapuchados han accedido al edificio para asesinar al único inquilino que todavía habitaba en él y así poder especular con el bloque.
Cuando los asesinos descubren a la pareja estos se convierten en su nuevo objetivo. La habilidad y las ganas de sobrevivir de ambos derivará en la llegada al edificio de un asesino, un liquidador, que les pondrá las cosas mucho más difíciles.
Rafa Martínez deja entreveer un gran potencial y quizás un futuro prometedor, su empuje y sus ganas de agradar, junto a la acertada ambientación, son de lo mejorcito de una película que empieza de manera acertada y con una premisa, los desahucios a la fuerza. Rafa bebe de los clásicos del género hasta perder la originalidad, todo queda en un digno homenaje repleto de guiños pero sin estilo propio.
Pronto esta atractiva premisa inicial sucumbe ante un guión desmadejado que deja demasiados cabos sueltos, con un errático desarrollo que pone a prueba nuestra credibilidad hasta exprimirla en exceso. Esto unido a dos protagonistas principales más centrados en el postureo que en la actuación y a un «desconocido» malo final al que no beneficia en nada ni su falta de origen ni el empeño en sus movimientos a cámara lenta deja un producto final aprobado pero lejos de la nota esperada.
Sweet Home es en algunos momentos una película de género divertida pero queda demasiado lejos de convertirse en nueva sensación de nuestro cine.