Un cinéfilo viaje por las olas y la arena de algunas de las playas más reconocibles de la gran pantalla.
La playa (2000): Leo DiCaprio en Maya Bay
Danny Boyle nos llevó de viaje hasta una pequeña isla de Tailandia para la película playera por excelencia, allí un grupo de adolescentes viven día a día disfrutando de la naturaleza mientras les acecha el peligro del tráfico de drogas.
La playa que pisa Leonardo DiCaprio está ubicada en la ínsula de Ko Phi Phi Lee, es la de Maya Bay. Pese a los cuidados en el rodaje, la Fox se cargó varias dunas y arrancó algunas palmeras para que la playa tuviera mejor apariencia en pantalla. Eso si las protestas de algunos grupos ecologistas y la condena final de un tribunal tailandés provocaron que años después la compañía recuperara medioambientalmente toda la zona.
El planeta de los simios (1968): La Estatua de la Libertad está en Malibú
Difícil olvidar la escena final de la película, cuando Charlton Heston descubre una estatua situada justo en la costa contraria a la que debería haber estado. La cinta se rodó en el Oeste de Estados Unidos, en Malibú (California).
Y esta playa en cuestión tiene cuatro kilómetros de largo, se llama Westward Beach y efectivamente no albergó ninguna Estatua de la Libertad. La imagen era mezcla de efectos especiales y una maqueta.
Tiburón (1975): Spielberg grabó el terror en Martha’s Vineyard
Spielberg se marchó hasta la isla de Martha’s Vineyard, en el estado de Massachusetts (Estados Unidos) para grabar las principales escenas del clásico del cine en la que un tiburón siembra el terror entre los habitantes de una pequeña población costera.
Aunque en esta playa no hay escualos y mucho menos tiburones blancos, las imágenes del depredador comiéndose a los desprevenidos bañistas no invita precisamente a la natación en esta zona. Pero eso no le importa a Barack Obama y a los miles de ciudadanos estadounidenses que veranean en estas costas.
Indiana Jones y la última cruzada (1989): Indi en Almería
Fue en la tercera entrega de la saga cuando tuvimos nuestro momento playero, justo cuando la aviación nazi intenta abatir a Harrison Ford y a Sean Connery, hijo y padre, mientras huyen. En ese momento abandonan el coche y, para despistar al piloto el profesor Henry Jones extiende su paraguas y espanta a las gaviotas que se estrellan contra el avión provocando su caída.
El paradisíaco lugar es la playa de Mónsul, en Almería, el parque natural del cabo de Gata. El problema principal que se encontraron es que no había gaviotas y las atraían con peces abandonados en la arena se iban rápidamente. El equipo de rodaje lo solucionó preparando aves de cerámica en la arena para grabar algunos planos. En los siguientes se muestra palomas blancas volando para simular el vuelo de las gaviotas.
1, 2, 3, splash (1984): Una sirena en Bahamas
Tom Hanks, en la película, está a punto de ahogarse en el Cabo Cod, (Massachusets), pero en la realidad la hermosa sirena Daryl Hannah nadaba en las tranquilas aguas de una isla diminuta de las Bahamas, Castaway Cay. Allí se queda prendada del personaje de Hanks y cruza el océano hasta la ciudad de Nueva York para encontrarlo.
En la actualidad este paradisiaco lugar de Bahamas es un puerto para albergar los cruceros de la compañía Disney.
Puedes ver dónde está Castaway Cay en este enlace.
Muere otro día (2002): El agente 007 en Cádiz
Las arenas de La Caleta (Cádiz) fueron protagonistas de una de las escenas más recordadas de la saga, en ella vemos a una espectacular Halle Berry salir del agua en bikini, imitando aquella escena de Ursula Andrews en Jamaica.
Pese a que el rodaje de la película fue en España, en la ficción James Bond disfruta de la sexy compañía de Halle Berry en Cuba. Según el guión estamos en La Habana.
Lucía y el sexo (2000): Un baño de barro en Formentera
Los baños de barro que cubren el espectacular cuerpo de Paz Vega están en la playa de Ses Illetes, en la isla de Formentera. El lugar tiene apenas medio kilómetro y está situado frente a la isla de S’Espalmador, donde se rodaron algunas de las escenas de la película de Médem. Esos espectaculares fondos marinos de Formentera han sido declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, y todo el entorno de esta playa forma parte del parque natural de Ses Salines.
A destacar que el barro de la laguna de S’Espalmador no es nada bueno para la salud: el lugar está repleto de bacterias coliformes, que pueden ser muy perjudiciales para el ser humano. El Govern balear tiene vallado el lugar y totalmente prohibido el baño en el mismo.
Pero para disfrutar de unas estupendas vacaciones de sol y playa no es necesario viajar a lugares tan exóticos, ni a playas de película: la costa de España, una de las mejores del mundo, ofrece destinos para todos los gustos y para todos los bolsillos. Busca tu playa en expedia.es seguro encuentras tu sitio perfecto para las vacaciones.