Crítica de X: Search for Freedom (Buscando la libertad)

Cuando un hijo le plantea a su padre que el deporte que le gusta hacer no está establecido como canon mayoritario, ni lo establecido en el entorno que le rodea, ese padre se hace muchas preguntas, una de ellas es cómo influirá en su desarrollo y relación con los compañeros de clase o en su círculo.

Tendemos a practicar los deportes de mayorías y seguir patrones para no quedar un poco excluidos, pero si el deporte que te gusta es un tanto arriesgado desde luego que las preguntas de esos padres ya son más descorazonadas porque en esos deportes de riesgo a lo primero que se aprende es a caerse, por lo tanto el dilema aumenta.

Los padres de los protagonistas de este documental a buen seguro no querrán ver muchas de las imágenes que aquí se muestran.

X: Search for Freedom, (Buscando la libertad) es un  alegato a vivir la vida tal y como deseas, de una manera pasional y al límite, desafiando al miedo, algo a lo que todo el mundo no tiene acceso, esa búsqueda constante de la libertad, esa utopía explicita se nos ofrece en este largometraje de corte documental que nos muestra la delgada línea que separa la vida de la muerte.

Ese límite, esa delgada línea fronteriza que separa el riesgo a tener una caída aquí se muestra como algo cotidiano, normalizándolo bajo unas espectaculares imágenes llenas de adrenalina que nos adentra en el  mundo de las personas que son capaces de desafiar cualquier regla de la naturaleza, cómo si Newton no hubiese descubierto la ley de la gravedad.

Los amantes de los deportes de riesgo están de enhorabuena con este documental presentándonos a los mejores deportistas del momento, en esos deportes que antes se consideraban exóticos e incluso algunos marginales o no gozaban de una reputación demasiado boyante y que gracias a esos pioneros y sobre todo gracias a internet con la capacidad de poder editarse cada uno sus propias proezas y sobre todo a los avances tecnológicos en imagen y fotografía son capaces de hacernos sentir el vértigo y el miedo que el propio deportista siente, despertando el gusanillos a aquellos que lo tienen aletargado y provocando un aumento y un seguimiento mucho más masivo.

Los deportes que nos ofrece este documental además se nos muestran en entornos de una gran belleza, montañas escarpadas donde los alpinistas ponen sus cuerpos a merced de la gravedad tanto en escalada libre como esquiando descensos por cumbres  de nieve virgen con riesgos de aludes, desafiando cualquier escollo a una gran velocidad, por no hablar de los saltos imposibles de los amantes de las motos y los saltos impensables de las bicicletas en montañas rocosas, volar por paisajes selváticos rozando obstáculos a velocidades descomunales con trajes de pájaros, skeiters urbanos que llevan pegados a los pies sus tablas y son capaces de saltar cualquier dificultad  que se les ponga por delante, como única medalla o trofeo que la satisfacción, por no hablar de los amantes del surf en busca de la ola que los envuelva en un tubo perfecto que los lleve al olimpo que para ellos tiene reservado Neptuno.

Una filosifía de vida, un desafío constante a la muerte, el juego con los límites, vivir el presente continuo gracias en gran medida al gen del riesgo que solo está reservado para un grupo reducido de personas que lo ha descubierto y lo sabe aprovechar.

Jon Long  gran apasionado del cine con X: Search for Freedom ha conseguido que lo imposible parezca sencillo y a la vez ha creado un trabajo poético, lleno de riqueza visual y ambiental con una música que consigue armonizar como si de unos versos se tratara las imágenes para meternos en la piel de los deportistas legendarios y de los actuales cómo un antes y un después para así ver la evolución de esos deportes minoritarios a través de entrevistas amenas a todos los protagonistas, algunas sobrecogedoras como la del piloto de motos que enumera todas las lesiones que ha tenido.

Jon Long con este filme ha sido capaz de deslumbrar, desde luego un trabajo muy recomendable.