Crítica de Incidencias

Todo está demasiado medido, encorsetado, en una historia que finalmente resulta lineal y muy sosa.

El próximo día 1 de enero hay dos estrenos españoles muy dispares entre ellos, uno de ellos es el que nos ocupa este artículo Incidencias la tercera película de José Corbacho y Juan Cruz que se estrenó ante el público en el pasado Festival de Valladolid.

Aquí ambos directores han sacado del guión el drama y solo han querido dejar la comedia, y es algo que puede que deje un poco cojo el conjunto de toda la historia, pues ambos intentan filtrar la historia por la comicidad pero buscando la crítica de muchos aspectos de nuestra sociedad de hoy en día, y eso puede que lo captemos pero no tanto en sí las bromas y sus pantomimas que quedan un poco light.

Es el día de Nochevieja y un tren hace la ruta de Barcelona Madrid, no lleva demasiados pasajeros y todo parece en calma para los trabajadores del tren que también quieren terminar esa jornada y comenzar un nuevo año. De repente se detienen en mitad de la nada sin ningún aviso, y se quedan sin señal alguna y sin poder ser localizados. Los minutos van pasando y los nervios de los pasajeros van en aumento a medida que las conversaciones se cruzan y no llegan a buen entendimiento en común.

Una comedia sin lógica y sin razón alguna como suelen ser muchas comedias, pero además con un ritmo muy desapegado del género al que se quiere llegar y no se consigue. En sí la película va por fases y también compuesta de dos tomas distintas, las fases son las que va tomando el rumbo de la historia a medida que los niervos escénicos del planteamiento recreado va aumentando, y las tomas distintas son las que se ven en el tren, y las declaraciones a posteriori que hacen los protagonistas ya pasada la historia.

Ahí en esa recreación de la historia después es cuando los directores encaran la hipocresía y el cinismo de las personas, que anteriormente ya podemos ver tanto interpretativamente hablando y en diálogos pero que luego nos demuestran en esas declaraciones a cámaras que desdicen lo que acabamos de visionar, que por momentos parece un cara a cara con el propio protagonista y enfrentamiento a él mismo.

En todo momento el papel de la mujer está elevado a la máxima potencia, todos los personajes femeninos toman un énfasis exacerbado en comparación con el masculino, por lo que se puede tender a poder interpretar la manipulación que hace la mujer del hombre y del mismo subyugado al sexo opuesto.

Otra crítica planteada en Incidencias en tono humorístico es la corrupción política que tan en boga tenemos hoy en día, y aquí también cobra protagonismo, pero además no por menos de quedar impune quien lo descubre se alía, vamos, enganche al egoísmo por el poder y por el materialismo. Además guiño a los extremos que puede llegar la sociedad por la intolerancia racial, que quizá sea la parte más humana y mejor llevada de la historia.

Y sí toda esta crítica social, está muy bien, si estuviera llevada con acierto, con gracia y con ritmo, pero en Incidencias todo está demasiado medido, encorsetado en casi en un escenario teatral que hace que el espectador no salga de la escena y no empatice con ninguno de los personajes que están de la historia, que finalmente resulta lineal y muy sosa. Como se suele decir los actores están tan correctos que no llegan a destacar ni a brillar en sus papeles.