Villanueva vuelve a ofrecer un catálogo de personajes amargados y un tanto antipáticos, aunque su retrato sea menos ácido que en sus primeras obras.
El realizador valenciano Vicente Villanueva sorprendió con cortos como El futuro está en el porno, Marica con perro, Heterosexuales y casados y La rubia de Pinos Puente. En aquellas películas de escasa duración, el realizador dejó claras sus señas de identidad: un humor petardo en la senda de los primeros filmes de Pedro Almodóvar, una ácida crítica a las celebridades y la televisión basura, y una especial predilección por los personajes llenos de defectos y escasamente simpáticos, a los que el director trata con una mezcla de desprecio y cariño.
Su salto al largo con Lo contrario al amor no estuvo a la altura de sus trabajos de pocos minutos. El cineasta caía en algunos de los peores tópicos de la comedia romántica, mientras que las tramas secundarias, aparentemente más cercanas a su particular mundo, quedaban algo desdibujadas.
Su regreso al cortometraje con el estupendo Meeting with Sarah Jessica volvía a dejar patente que su personalidad y talento se adecuaba mejor a este formato. Una sensación que se confirma con Nacida para ganar. La cinta nos muestra la vida gris de Encarna, una treintañera que se ha quedado estancada en la adolescencia, tanto en el plano laboral como en el sentimental. La aparición de una antigua amiga de la pubertad, que parece haber mejorado su situación económica, dará un vuelco a su existencia. Ella le animará a formar parte de una particular franquicia que tiene como rostro en España a la actriz Victoria Abril. Lo que no sospecha la protagonista es la estafa piramidal que se esconde tras un negocio que promete convertirla en una mujer rica.
Villanueva vuelve a ofrecer un catálogo de personajes amargados y un tanto antipáticos, aunque su retrato sea menos ácido que en sus primeras obras. Ni siquiera acaba de aprovechar el escenario principal de la película: una ciudad de población obrera del cinturón metropolitano de Madrid, un elemento que si estaba muy bien aprovechado en su corto Heterosexuales y casados. Móstoles acaba siendo simplemente una excusa para referirse al famoso sketch de Encarna y las empanadillas, uno de los más divertidos de la televisión española.
El realizador levantino no acaba de encontrar el tono de su película, demasiado seria para ser comedia y excesivamente grotesca para ser considerada un drama. Falta la locura de sus pequeños filmes de pocos minutos para que Nacida para ganar funcione.
Si Nacida para ganar no acaba de hundirse es gracias al estupendo trabajo de su trío de actrices principales. Alexandra Jiménez borda a esa Encarna amargada con su triste vida, Cristina Castaño vuelve a demostrar que ha nacido para interpretar roles desquiciados y Victoria Abril parece encantada interpretando a una versión malvada de sí misma que recuerda mucho a su papel en Kika.
No obstante, la magnífica labor de estas tres intérpretes y el divertido cameo de Millán Salcedo, uno de los componentes del dúo cómico Martes y Trece, no evitan que el segundo largometraje de Vicente Villanueva sea algo más que un producto fallido con mejores intenciones que resultados.
Nacida para ganar
Lo Mejor: El estupendo trabajo de su trío de actrices principales
Lo Peor: El realizador levantino no acaba de encontrar el tono de su película
Acabamos de verla. No se entiende como Victoria Abril se ha prestado a hacer un papel en semejante bodrio de película. Ni 1 euro compensa pagar por verla. Ni es divertida, ni de humor, ni tiene gracia alguna. Quizá podría salvarse el papel de Alexandra Jiménez. Película que merece un RATZIE monumental.