Agradable cinta romántica que elude el tono dulzón de este tipo de productos gracias a la calidad de sus diálogos y unos actores por encima de la media.
Crítica de «Michelle & Obama»
«Michelle & Obama», la ópera prima como realizador del actor y guionista Richard Tanne, evita algunas de las tentaciones en las que suelen caer las comedias románticas y los biopics, dos de los subgéneros en los que se puede encuadrar el filme.
Quizá el más significativo sea que logra huir del tono pringoso de gran parte de las historias de amor al prescindir de los diálogos cursis, las canciones melosas y las miradas de cordero degollado.
Por el contrario, el realizador y guionista plantea esta pequeña película sobre la primera cita entre Barack Obama, el primer hombre negro en llegar a la presidencia de Estados Unidos, y Michelle LaVaughn Robinson, la que se convertiría en su esposa, casi como un combate de boxeo sin golpes. Ella no está dispuesta a doblegarse fácilmente ante el chico que le ha invitado a salir y al que supervisa en el bufete de abogados donde trabaja, mientras que él parece dispuesto a conquistarla cueste lo que cueste, aunque sepa que no será una tarea fácil.
A lo largo de las pocas horas previas y posteriores a un discurso del que se convertiría en famoso mandatario, el director norteamericano quiere ir más allá de la crónica de un cortejo amoroso para reflejar un momento en la vida de dos individuos hechos a sí mismos que descubren pronto que comparten una similar visión del mundo, de un país y de una etnia.
En definitiva, estamos ante el inicio de una relación que, como ha demostrado el tiempo, ha sido sumamente duradera al estar basada en cimientos más sólidos que la mera atracción física y sexual.
Tanne ofrece unos diálogos que nunca caen en lo banal, pero también evita el tono pretencioso. En algunos casos, el filme recuerda a la estupenda «Antes de amanecer». Como Richard Linklater en aquel pequeño clásico, el realizador opta por apoyarse en la palabra y en el excelente trabajo de sus dos actores. En este caso, Tika Sumpter y Parker Sawyers logran el prodigio de ser naturales a pesar de encarnar a dos de las personas más conocidas del planeta. Ambos intérpretes hacen suyos los gestos de sus modelos y consiguen que resulte verosímil su atracción mutua.
Sin ser especialmente original ni profunda, «Michelle & Obama» se convierte en un digno entretenimiento capaz de sortear con bastante inteligencia los defectos típicos de los filmes biográficos y las cintas de amores juveniles.
No hay comentarios
Pingback: Bitacoras.com