Puntuación:
Villaronga otorga al conjunto un tono que recuerda por momentos al cine negro, especialmente en la relación que mantiene la nada dolorosa viuda con el oficial pelele, y en otros se envuelve en esa atmósfera gótica tan peculiar en el cineasta. El resultado es una película desigual donde se alternan hallazgos y defectos.
Buen drama romántico con la Guerra Civil como telón de fondo donde destacan los trabajos interpretativos de Núria Prims y Oriol Pla.
El conflicto bélico en las películas de Agustí Villaronga funciona como un particular catalizador de todo tipo de pasiones. Así lo ha demostrado en su particular trilogía dedicada a la Guerra Civil que inició con El mar, prosiguió con Pa negre y ahora finaliza con Incierta gloria.
Crítica de Incierta gloria
El director balear ha tomado como base de su cinta la novela homónima del catalán Joan Sales para ofrecernos un melodrama desgarrado. La visión de la contienda, por otra parte, no aparece plasmada como un enfrentamiento entre buenos y malos, sino como un hecho terrible que aviva miedos, rencores y sentimientos encontrados, y diluye un tanto las ideologías en las que se escudan los bandos para defender cada una de sus posiciones.
De esta manera, la guerra ejerce como detonante de una particular historia de amor y atracción a cuatro bandas. Así nos encontramos a una viuda capaz de cualquier cosa para lograr sus objetivos; un joven oficial republicano de altos ideales que se siente fuertemente atraído por esa mujer; su pareja, una antigua anarquista que observa cómo el padre de su hijo se aleja de ella y nace una inusitada fe religiosa, y un hombre, amigo del joven militar y enamorado de la pareja de éste.
Villaronga otorga al conjunto un tono que recuerda por momentos al cine negro, especialmente en la relación que mantiene la nada dolorosa viuda con el oficial pelele, y en otros se envuelve en esa atmósfera gótica tan peculiar en el cineasta. El resultado es una película desigual donde se alternan hallazgos y defectos.
Entre los primeros se encuentra el retrato de esa femme fatale a la que da vida una poderosa Núria Prims o el de ese individuo atrapado entre la fidelidad a un amigo y la atracción que siente por la mujer a la que ama al que encarna un estupendo Oriol Pla. Por el contrario, los otros dos personajes del particular cuadrilátero aparecen peor dibujados y resultan menos interesantes a pesar del buen trabajo de los actores Marcel Borràs y Bruna Cusí.
Entre los aspectos más discutibles del filme hay que señalar también una cierta precipitación en el último tercio del metraje, donde los acontecimientos se suceden de manera excesivamente acelerada, y un tono algo dubitativo que bascula entre lo trágico y lo meramente folletinesco.
No obstante, Incierta gloria es un más que digno melodrama que pone de manifiesto que ninguna guerra resulta honorable.
Crítica de Julio Vallejo Herán.