Puntuación:
La batalla que libra el reparto, encabezado por un notable Schwarzenegger y un comprometido Scoot McNairy, queda neutralizada por la inoperancia en la dirección, por la manera simplista y poco efectiva de transmitir el forcejeo emocional de sus protagonistas, víctimas principales del libreto del español Javier Gullón (El rey de la montaña) y la batuta de Lester.
La película dirigida por Elliott Lester llegará a las salas de cine españolas el próximo 28 de abril.
Ni la correcta labor interpretativa de Arnold Schwarzenegger ni la más que aceptable ambientación son capaces de sobrevivir al desastroso guion y a la inoperancia de un director incapaz de transmitir la más mínima intensidad emocional al aburrido espectador.
Tras leer el título y la sinopsis oficial de la película uno puede pensar que todo gira en torno a una venganza, la de un padre de familia (Arnold Schwarzenegger) que buscará descargar su ira contra el controlador de un aeropuerto (Scoot McNairy) indirecto responsable del fallecimiento de su mujer y su hija.
Una historia de venganza narra la historia del accidente real de avión que tuvo lugar en Überlingen el 1 de julio de 2002, en el que murieron más de un centenar de personas tras el choque de dos aviones, y los sucesos que tuvieron lugar 478 días después.
Crítica de Una historia de venganza
Pues durante más de 80 soporíferos minutos nada está más lejos de la realidad, asistimos impacientes a un fallido drama coral con un grupo de actores intentando transmitir sus emociones, sus sentimientos, mientras el espectador solo percibe aburrimiento y sopor, mientras se pregunta el sentido de su título.
Pocas veces la torpeza en la dirección se percibe más claramente que en este intrascendente drama con ínfulas de grandeza.
La batalla que libra el reparto, encabezado por un notable Schwarzenegger y un comprometido Scoot McNairy, queda neutralizada por la inoperancia en la dirección, por la manera simplista y poco efectiva de transmitir el forcejeo emocional de sus protagonistas, víctimas principales del libreto del español Javier Gullón (El rey de la montaña) y la batuta de Lester.
Arnold afina su musculatura facial y demuestra sus dotes actorales en este drama basado en hechos reales que no llega a ningún sitio, que aburre, que es incapaz de trasmitir las emociones de sus protagonistas, que termina impacientando a un sufrido espectador que se pregunta incrédulo cual es el sentido de esta historia de venganza… y cuando llega ya nadie se la cree.
Una crítica de Rafael Calderón Luna.