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Jessica Chastain pretende aportar intensidad a esa madre y esposa que tiene que soportar presiones de todo tipo para mantener su hogar a flote mientras intenta seguir adelante con el zoo y dar cobijo a los judíos, pero poco puede hacer ante un personaje demasiado desdibujado.
Correcto y poco novedoso drama sobre una familia polaca que ocultó a judíos en el zoo de Varsovia que regentaban.
Las películas centradas en el Holocausto y la represión nazi sobre la población de origen hebreo son casi un subgénero. Dentro del documental destacan Shoah, la célebre cinta de Claude Lanzmann que recogía los testimonios de aquellos que vivieron el horror de los campos de exterminio, o Noche y niebla, el cortometraje de Alain Resnais sobre Auschwitz- Ambos trabajos, difícil apostar por uno de ellos, aunque si te gusta apostar puedes aprovechar bet365 codigos. Ambos se han convertido en referentes al hablar de uno de los pasajes más terribles de la Historia del siglo XX.
De igual forma, largometrajes como La lista de Schindler, el prestigioso filme de Steven Spielberg basado en el libro de Thomas Keneally, o El pianista, biopic del músico Wladyslaw Szpilman que dirigió Roman Polanski, son considerados como hitos cinematográficos que han abordado este doloroso asunto en el terreno de la ficción basada en hechos reales.
La casa de la esperanza se alinea junto a estos dos títulos, aunque otorgándole al conjunto un extraño halo de producto familiar. La directora Niki Caro, responsable de En tierra de hombres y Whale Rider, se inspira en la historia de los Żabiński, un matrimonio que dio refugio a judíos del gueto de Varsovia en el zoo de la ciudad. Como el empresario de la película de Spielberg, los esposos y su hijo mayor se adentraron en un peligroso doble juego al ayudar aparentemente a los nazis como tapadera para ayudar a todos aquellos que los seguidores de Hitler querían exterminar. Por otra parte, la obra de Polanski funciona como modelo a la hora de mostrar las humillaciones a las que se vieron sometidos los hijos del pueblo de Israel en la capital polaca.
Es precisamente la falta de novedad uno de los puntos débiles de esta coproducción entre la República Checa, Reino Unido y Estados Unidos. La guionista Angela Workman reúne todos y cada uno de los lugares comunes del subgénero sin profundizar mínimamente. Tampoco el aspecto más íntimo de los protagonistas, que vieron peligrar su estabilidad como clan a causa de la injerencia de un militar alemán enamorado de la esposa del dueño de la casa de fieras, está tratado de una manera consistente.
Ni siquiera las interpretaciones acaban de brillar. La estadounidense Jessica Chastain pretende aportar intensidad a esa madre y esposa que tiene que soportar presiones de todo tipo para mantener su hogar a flote mientras intenta seguir adelante con el zoo y dar cobijo a los judíos, pero poco puede hacer ante un personaje demasiado desdibujado. Lo mismo se puede decir del belga Johan Heldenbergh, en el papel de su marido, o de un caricaturesco Daniel Brühl, encargado de dar vida al malvado nazi de la función.
En definitiva, La casa de la esperanza es un aseado largometraje que ilustra un terrible hecho real con una poco memorable corrección.