Puntuación:
...a pesar de encontrarnos ante un efectivísimo entretenimiento para todas las edades, hay que reprocharle a esta versión del trepamuros que no saque algo más de partido a El Buitre, el villano al que da vida un siempre divertido Michael Keaton, y convierta poco menos que en una comparsa al mejor amigo de Peter Parker, interpretado por un entrañable Jacob Batalon.
Divertidísima recreación del personaje Marvel que encuentra sus mayores logros en el magnífico trabajo de Tom Holland, en el papel de Peter Parker, y un humor juvenil que remite claramente a los largometrajes del guionista, director y productor John Hughes.
Spider-Man 3, la última de las películas sobre el trepamuros dirigida por Sam Raimi y protagonizada por Tobey Maguire, y The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, el filme realizado por Marc Webb e interpretado por Andrew Garfield, parecían aquejadas de los mismos problemas. Las dos cintas mostraban a cineastas que habían aportado su personalidad al personaje del hombre araña, pero que acababan claudicando a los peores vicios del cine de Hollywood actual: la espectacularidad vacía que pretende cautivar al espectador con efectos especiales y batallas sin ofrecerle una narración mínimamente trabajada.
No se espera que un blockbuster sea una obra de Shakespeare, pero sí que el guion tenga algo de consistencia y no sea una mera superposición de tramas y personajes aliñadas con mucho ruido y pocas nueces.
Spider-Man: Homecoming logra su objetivo al acudir precisamente a la esencia de los primeros cómics de Stan Lee y Steve Ditko. El director Jon Watts, autor de obras de culto como Coche policial y Clown, y los múltiples guionistas del filme nos presentan al superhéroe en su versión adolescente, mostrándonos a un chaval que se debate entre su faceta de salvador de la Humanidad y los problemas de cualquier chico que va al instituto, tiene que dar cuenta a sus tutores y está enamorado de una compañera de clase. Sus responsables no han dudado, por tanto, en realizar un homenaje clarísimo al guionista, director y productor John Hughes, hombre que se encontraba de una u otra manera detrás de títulos como Todo en un día, La chica de rosa y El club de los cinco, entre muchos otros. Los tres filmes citados aparecen presentes de una manera u otra en esta cinta de humor adolescente deliciosamente naíf. No obstante, nada de ello funcionaría sin el estupendo trabajo del británico Tom Holland, que capta a la perfección la ingenuidad y el entusiasmo de un protagonista que, como todo individuo en la pubertad, está hecho un verdadero lío.
Otro de los aciertos de la cinta es la manera que introduce las referencias a otros largometrajes del Universo Marvel, integrándolas bien en el argumento y sin que molesten demasiado a todos aquellos que no hayan visto el resto de las películas basadas en los cómics de la popular editorial estadounidense. A este respecto resulta destacable cómo los guionistas convierten el rol Iron Man, encarnado por un simpático Robert Downey Jr., en una figura casi paternal.
No obstante, a pesar de encontrarnos ante un efectivísimo entretenimiento para todas las edades, hay que reprocharle a esta versión del trepamuros que no saque algo más de partido a El Buitre, el villano al que da vida un siempre divertido Michael Keaton, y convierta poco menos que en una comparsa al mejor amigo de Peter Parker, interpretado por un entrañable Jacob Batalon. En definitiva, Spider-Man: Homecoming huele a espíritu adolescente, como la mítica canción de Nirvana, aunque lo haga en el mejor sentido de la expresión.