Puntuación:
Divertido pasatiempo que combina con bastante acierto humor y acción.
Imaginen una mezcla de The Game con ¡Jo, qué noche! sazonada con algunos elementos propios de la comedia estadounidense del siglo XXI. Posiblemente el resultado se pareciera mucho a Noche de juegos, el largometraje de John Francis Delay y Jonathan Goldstein.
La pareja de directores, responsables de la floja Vacaciones, nos ofrece una entretenidísima cinta sobre un matrimonio adicto a los juegos y un grupo de amigos que se verán envueltos en una curiosa trama criminal a lo largo de una velada que no olvidarán. Ambos directores logran imponer un ritmo frenético a las alocadas aventuras. A este respecto resultan admirables la concisión con las que nos cuentan el noviazgo de los protagonistas en apenas unos minutos o coreografían una persecución en el interior de una grandísima mansión.
No obstante, el gran acierto de la película se encuentre en un habilidoso guion de Mark Pérez que juega al gato y al ratón con el espectador, poblando a Noche de juegos de divertidos giros de guion, acertados guiños cinematográficos y gags afortunados. Por otra parte, y a diferencia de otras comedias comerciales que nos llegan de Estados Unidos, el filme evita el humor grueso que suele ser uno de los ingredientes principales de este tipo de productos.
Quizá haya que reprocharle que la película fracase cuando intenta ir más allá del mero pasatiempo. Las reflexiones acerca de la paternidad, los traumas infantiles y las ya algo sobadas referencias a la inmadurez de los personajes principales, un tópico forjado a fuego por Judd Apatow y sus seguidores, son un simple pretexto para justificar las peripecias que vemos en pantalla.
Sin embargo, estos problemas no invalidan una comedia que triunfa cuando se limita a ser un eficaz entretenimiento. Gran parte del mérito recae en un acertadísimo reparto. Rachel McAdams y Jason Bateman funcionan como pareja en crisis adicta a los juegos que se ve desbordada por una serie de situaciones que ocurren a lo largo de una complicada noche, aunque el gran triunfador de la función sea Jesse Plemons, divertidísimo en su papel de policía solitario y extraño que quiere formar parte de las particulares reuniones de sus vecinos.