El lago de los cisnes, ese cuento de hadas que nace del ballet, ha sido una fuente de inspiraciones en muchas otras artes, y el cine no se iba a quedar fuera de esa línea, de la del resurgir de los clásicos.
Ahora que el ballet, opera y demás representaciones escénicas se dan cabida en los cines en retrasmisiones en directo desde otros países y escenarios, desde Cineralia queremos hacer un pequeño recorrido por la influencia de la obra en el séptimo arte.
Hace unos días cuando tuvimos oportunidad de disfrutar de El lago de los cisnes, en Yelmo Cines en directo desde la Royal Opera House de Londres por parte de The Royal Ballet dirigida por Kevin O’Hare, no pudimos obviar el recuerdo por ejemplo de Cisne negro, y la interpretación de Natalie Portman, de la mano de Darren Aronofsky imponiendo el toque de drama y de thriller psicológico por medio de la dualidad de la personalidad, donde se dibujan el bien y el mal.
Aquí en la representación que nos regalaron The Royal Ballet impartiendo la dualidad de las protagonistas en Marianela Núñez con los personajes de Odette y Odile, nos invitan a soñar a dejarnos llevar en esas casi tres horas de función entre ballet y música por unos sentimientos que se recalcan con la banda sonora, sin una sola palabra evocando en sí al cine mudo y ante todo a la importancia de las interpretaciones físicas con el cuerpo y mirada para trasmitir en el fondo de la obra.
El lago de los cisnes, teniendo como fondo la diferenciación entre el bien y el mal, ha sido también llevado a la gran pantalla en varias películas infantiles, de la mano del director japonés por medio de la animación más clásica en el año 1981 0 más recientemente Barbie en el lago de los cisnes por parte del director Owen Hurley no siendo la única de Barbie al respecto. También la conocida película Gru, mi villano favorito tiene una escena donde el ballet toma protagonismo.
Pero no solo es el hecho de representar la obra en sí, si no que muchas otras películas utilizan la banda sonora creada en su día por Piotr Ilich Chaikovsky, como pueden ser The Phantom of the Opera de 1925, Drácula de 1831 y La momia de 1932 incluyeron un pequeño extracto, el mismo, en la cinta. En Ana Karenina de 1997 de Bernard Rose está insertados muchos fragmentos del ballet. Así como en Billy Elliot que fecha del 2000 donde del protagonista baila la coreografía versionada por Matthew Bourne. Incluso Woody Allen durante todo el metraje de Scoop incorpora la Danza de los pequeños cisnes como música de fondo.
El lago de los cisnes en Yelmo Cines, dio por finalizada su temporada de retransmisiones de ballet en cines, por lo que en breve comenzará, a la vuelta del verano, la temporada 2018/19 que a bien seguro nos hará soñar con su esencia y con el cine en sí, recordándonos que todas las artes se complementan.