Puntuación:
Emotiva e irregular cinta de aventuras que aborda la relación entre un adolescente y un lobo en tiempos prehistóricos.
Gran parte del cine de aventuras se basa en el denominado viaje del héroe, teoría acuñada por Joseph Campbell y desarrollada para el séptimo arte por Christopher Vogler en su volumen El viaje del escritor, uno de los libros clave para los guionistas de Hollywood. En pocas palabras, este modelo de relato épico consiste en mostrarnos las andanzas de un protagonista que tiene que afrontar diversos problemas para los que contará con el apoyo de aliados y la oposición de varios enemigos antes de volver al hogar transformado y con nuevas habilidades.
Alpha, el largometraje dirigido por Albert Huges, pone en práctica de manera casi literal la estructura narrativa analizada por Campbell y Vogler. Al fin y al cabo, nos encontramos con todas las fases de la que hablan los dos teóricos norteamericanos: la salida, donde asistimos a los hechos previos a la aventura propiamente dicha; la iniciación, etapa en la somos testigos de las diversas peripecias del personaje principal durante el camino, y el regreso, que muestra la vuelta a casa del héroe.
Dejando a un lado estas teorías, el filme es una historia de maduración que cuenta la relación entre un adolescente y un lobo en la Prehistoria. El regreso del chico a su hogar y el proceso de domesticación del animal centran una producción que se podría definir como un cruce entre El señor de las moscas, En busca del fuego y Colmillo blanco. El joven actor Kodi Smit-McPhee logra imprimir la necesaria sensibilidad a ese chaval que tiene que sobrevivir con la única ayuda de un ser salvaje en las más duras condiciones, mientras que el animal demuestra una inusitada expresividad. La química entre el humano y el can es lo mejor de un trabajo al que le falta un mayor espíritu aventurero.
Albert Hughes, director junto a su hermano Allen de títulos como El libro de Eli o Desde el infierno, no consigue dotar de la necesaria fluidez a una cinta que lo pide a gritos y echa mano en exceso de las técnicas digitales, aunque sorprenda que un realizador especializado en acción y terror deje patente su habilidad para afrontar los momentos más íntimos y dramáticos, aquellos que logran que Alpha destaque respecto a otros productos similares.