Puntuación:
Mula es una cinta que aposenta al espectador con la comodidad de un trabajo de fácil visionado, que contiene temas ya tratados por el director y actor, que los realiza con toques de humor y que posiblemente cada uno lo vea de distinta forma, como crítica o por defecto de alabanza de lo expuesto.
Clint Eastwood parece haber echado la vista atrás y contar una ficción, aunque basado en hechos reales, que se parezca a Gran Torino en Mula, de hecho vuelve a contar con el guionista Nick Schenk como ya hizo hace diez años en Gran Torino, aunque lo que cuente sea unos hechos reales, los dota de esa humanidad encubierta en un personaje con una coraza de acero que poco a poco se va quitando los lastres con la suavidad de la música que utiliza en todo el metraje.
Earl Stone es un hombre que ha dedicado su vida al cuidado de su negocio, las flores. ahora cuando ya ha pasado de los ochenta, se encuentra en plena crisis económica, por la tecnología y las ventas por medio de ella, y sin casi relacionarse con su familia, por su pasado. sin saber cómo le surge un trabajo fácil, en todos los aspectos, simplemente conducir ganando mucho dinero. cuando ya está inmerso en ello se da cuenta que es un empleado más de un cártel mexicano y está siendo buscado por la DEA.
Mula es una cinta que aposenta al espectador con la comodidad de un trabajo de fácil visionado, que contiene temas ya tratados por el director y actor, que los realiza con toques de humor y que posiblemente cada uno lo vea de distinta forma, como crítica o por defecto de alabanza de lo expuesto.
Lo que si hay que agradecer que el propio director se ponga además delante de la cámara, después de bastantes años, para emplazarnos en un viaje que realiza con soltura y con solidez emocional. Una historia que se refleja que le gustó en su momento y por ello lo ha elegido para interpretar.
Un guion que refleja una sociedad con estereotipos marcados y que va desgranando a cada paso que va: la crisis, los miedos, el paso de los años, la experiencia, el arrepentimiento, la familia, el poder, el amor y la comprensión, todo dentro de una sociedad materialista y esa doble moral en todos los aspectos.
Eastwood saca aquí esa faceta del oeste, la de personaje duro, que se enfrenta a la adversidad cuando viene, pero que esconde sus puntos débiles con pliegues emocionales, sin dejar que salgan a priori, por lo vivido con anterioridad.