Ya hace varios días que lleva en marcha el festival de documentales por excelencia de Madrid, DocumentaMadrid. La inauguración de la decimosexta edición, corrió a cargo de la película Manu dirigida por Emmanuelle Bonmariage.
El festival estará presente hasta el día 19 de mayo, y no solo en Cineteca, su sede central, si no que estará en filmoteca cine Doré, Instituto Francés, Casa de América, Cine Estudio, Museo Reina Sofía, Sala Equis y en diferentes centros culturales de la capital madrileña.

En la inauguración la directora austriaca Ruth Beckermann recibió el premio DocumentaMadrid como reconocimiento a su carrera, contando en el acto con la presencia del cineasta barcelonés Carlos Casas, ya que él también tiene una retrospectiva en esta edición.
Estas dos mujeres, Ruth Beckermann y Sarah Maldoror, que son puntales primordiales en esta edición, han dado claves muy concretas sobre la creación en el mundo del documental, la creatividad y la libertad de expresión, creando por medio de las películas un estado crítico en el espectador, como punto de reflexión.
Sobre todo llama la atención la insistencia de Sarah Maldoror en remarcar la importancia de llevar a los niños al cine, a que la imagen les lleve a pensar, a recrear historias y fomentar la imaginación pues así serán críticos.

Manu es una cinta que además de plasmar la parte de un creador, como es el protagonista Manu Bonmariage desde la perspectiva y cámara de su hija, también está enfocada desde la parte personal, y lo que influye la vida personal en la parte creativa de cada uno.
La película, aunque especial en sí misma, me recordó con retazos de protagonismo a Caras y lugares, de la reciente desaparecida Agnés Vardá y a El señor Liberto y los pequeños placeres de Ana Serret Ituarte. Las tres cintas han pasado por el festival, todas rebosan vida, presente y pasado en sus historias, y albergan la palabra creatividad en el contexto de cada historia. En cierta forma quieren dibujar la universalidad del ser humano, de su avance y de sus cambios.
Manu que utiliza en muchos momentos, la cámara en mano, la vibración de esta nueva faceta de la directora por primera vez fuera de su campo, el teatro, para homenajear a su padre. Un retrato íntimo y delicado sin dejar fuera las aristas de la persona y personaje, eje central de la película.
Como siempre DocumentaMadrid, no se queda solo en las proyecciones, tanto nacionales o internacionales en sus distintas secciones si no amplia su catálogo y oferta cultural con mas ciclos, como puedes ser Espejos Firmados y Escenarios de Guerra, Carta Blanca y la actividades paralelas con distintos seminarios y charlas que aportaran la parte creativa al festival de la parte más técnica y ahondando en la creación del cine de no ficción.