El año pasado, Gaspar Noé trajo Ecstasy a Cannes, un vigoroso thriller de baile sobre lo que pueden hacer las personas en un estado de conciencia alterado y en interiores. Este año, trajo a Lux Aeterna, una película que surgió de una orden comercial de Yves Saint Laurent.
El proyecto de 15 minutos que pidió Noé se convirtió en una imagen de 50 minutos. Como el director del festival de Cannes, Thierry Fremo, bromeó al presentar a Lux Aeterna en el espectáculo fuera de concurso a medianoche, este no es un medidor completo, es el medidor de Gaspard Noé.
En realidad, esta película es difícil de llamar un anuncio. Si, en algún momento veremos en la pantalla un tríptico de belleza impresionante con tres actrices con vestidos cortos de YSL, pero en general, la ropa aquí quiere prestar la menor atención. Lux Aeterna es una declaración irónica y bastante malvada sobre el mundo del cine, sobre la comercialización del arte, sobre el papel del creador, así como otro experimento sobre la psique de los héroes y espectadores.
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La imagen no debe ser vista por personas con un sistema nervioso débil
Un lío divertido en el plató (que probablemente sea familiar para muchos cineastas) se convierte en una rabieta espantosa, ya sea por problemas técnicos, o porque la intención maliciosa de otra persona en medio de los disparos apaga la luz, y en lugar de él, la frecuencia de la ametralladora comienza a destellar neón luces estroboscópicas que acompañan un sonido extremadamente desagradable y fuerte. Al igual que en Ecstasy, Noé transmite magistralmente al espectador una sensación de pánico e impotencia, que cubre a sus personajes.
En los últimos cinco minutos de la película, cuando el brillo del neón y el ruido comienzan a golpear literalmente la cabeza, quiere cerrar los ojos y los oídos (como hicieron algunos en el programa), si no sale corriendo del salón. Probablemente, algo como esto puede presentarse en la pantalla como un ataque epiléptico, que se mencionó en la inquietante cita de Dostoievski al comienzo de la película.
Y sí, por supuesto, sería justo prologar el programa con una advertencia de que la imagen no debe ser vista por personas con un sistema nervioso débil, pero ¿cuándo le perturbó la comodidad de los espectadores?